La actriz, que se hizo un nombre en la comedia durante los años 90, se ha convertido hoy en uno de los rostros más emblemáticos del cine español, Neus Asensi ha regresado este viernes a la televisión en el plató de ‘Y ahora Sonsoles’, donde se ha sincerado sobre algunos de los episodios más delicados de su vida profesional y personal tras convertirse en uno de los rostros más célebres de España gracias a su papel como Amparo en la saga cinematográfica ‘Torrente’.

La intérprete ha explicado que su papel en la comedia de Santiago Segura marcó un antes y un después en su carrera, pero no siempre para bien. “En cierto modo ha sido una lacra, los adolescentes me han perseguido, me pedían guarradas... era muy cansino”, ha confesado, refiriéndose al desgaste que le provocó la fama temprana y a la exposición mediática que llegó a sentir como invasiva.

El reconocimiento público, que podría haber sido motivo de orgullo, también derivó en situaciones de “acoso y bullying”. Asensi ha relatado un episodio ocurrido en un after club, donde el dueño del local, “protegido por un expolítico de la zona”, filtró su nombre artístico y su domicilio, generando una situación de vulnerabilidad y miedo para la actriz. “El dueño dio mi nombre artístico para hacer más daño, y dijo donde vivía. Me llegaron a llamar para que retirara la denuncia. Me dejaron hasta sin abogado”, ha apuntado la actriz. 

Este período de presión también alimentó un enfrentamiento con Santiago Segura, director y protagonista de ‘Torrente’. La actriz ha admitido que sus críticas hacia él se produjeron en un momento personal complicado y que, en retrospectiva, se arrepiente de la manera en que se manejó la situación. “Cuando critiqué a Santiago Segura, estaba viviendo un mal momento personal. La pagó Santiago, porque yo estaba viviendo cosas tremendas...”, ha explicado.

Asensi ha recordado cómo un día, mientras intentaba felicitar al director en el aniversario de la película en su página, se encontró bloqueada y con una foto junto a Maribel Verdú que le provocó una reacción intensa. “Y entonces me subió una cosa tremenda... Yo en ese momento dije: ‘Nunca más’. Si yo hubiera estado bien, le habría llamado, o cojo una de las 100.000 llamadas que me hizo”, ha afirmado. La actriz ha confirmado que, a día de hoy, mantiene una reconciliación con Segura, dejando atrás viejos rencores y reconociendo que su enfrentamiento fue fruto de la tensión y las dificultades personales.

Como demuestra su recordado papel de Amparito, la belleza de Neus Asensi le abrió muchas puertas en el cine, pero también la convirtió, en cierta forma, en prisionera de su propia imagen. “Existe una cierta tiranía de la belleza, porque las actrices caemos en ella”, confiesa. “Es difícil verte envejecer en pantalla, y muchas acaban recurriendo al bótox o a las cirugías”.

La actriz ha reconocido que, con el paso del tiempo y los cambios físicos, las oportunidades que le llegan son distintas, aunque no por ello escasas. “Ahora que mi cuerpo ha cambiado, me ofrecen otro tipo de papeles”, ha explicado, antes de añadir con sinceridad: “Estoy agradecida, porque ahora trabajo más que antes”.

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