En algunas ocasiones, el coste del mobiliario de las instituciones públicas puede resultar un tanto sorprendente a los ciudadanos. Uno de los casos más recientes ha surgido en torno al asiento que ocupa el presidente del Parlamento de Andalucía, Jesús Aguirre. Un sillón que se ha cambiado y cuyo precio ha ascendido a la cifra de 4.657 euros, una cantidad que vendría a ser, prácticamente, la suma conjunta del salario mínimo que cobrarían cuatro ciudadanos.
Desde esta cámara andaluza se ha apuntado que la adquisición de este nuevo asiento se ha realizado debido a la longevidad del sillón, si bien ha sido el único que se ha cambiado, a pesar de que el resto también cuentan con un elevado número de años a sus espaldas. El coste de esta nueva butaca para Jesús Aguirre ha llamado la atención por su elevado precio, una cantidad que se muestra lejana a los 1.238 que gastó por asiento el Parlamento de Canarias en 2022 al renovar su moviliario.
En las Malas Lenguas de Jesús Cintora se analizaba esta compra llevada a cabo en Andalucía, haciendo un análisis de esta noticia con su característico estilo jocoso e irónico. Para ello, recordaban algunos de los mejores momentos del que fuera consejero de Sanidad y que ahora preside el Parlamento, como ocasiones en las que se lanzó a bailar o cantar en actos públicos. Si bien, también mostró la hemeroteca algunos momentos peculiares y polémicos de este político, como, por ejemplo, cuando en una sesión mandó callar a una parlamentaria diciendo "¡usted, callaíta!" o el día que afirmó que los miembros del Parlamento andaluz, con un sueldo base de 3.442 euros, tenían dificultades para llegar a fin de mes.
Tras atender a este repaso, Cintora apuntaba que "está la cosa como para esto... Ya ven, esto es la política, los gastos, las dietas...", antes de pasar la palabra a la periodista Rocío Esteban, quien consideró que "debería haber un órgano fiscalizador que se encargara de ver esos excesos". La politóloga Cristina Monge tomaba el testigo de Rocío para traer al recuerdo un caso que sucedió hace décadas en Aragón, en el que expuso un político adquirió un sillón de este tipo de características que después se llevó a su casa y, añadió, "nos parece que todo es algo de ahora y esto viene pasando desde hace muchos años".
Antes de finalizar este asunto, Jesús Cintora contó la versión que el Parlamento de Andalucía dio al programa cuando le preguntaron por el tema. Desde esta cámara, apuntaron que el sillón se encontraba estropeado y hubo que cambiarlo, procediendo para ello a una licitación en la que se marcaban las mismas características de los sillones del año 1990, para que se mantuviera la misma línea. En relación al precio, señalaron que este es el resultado de las ofertas presentadas por las empresas.
No son las mismas características, rompe la línea
El presidente del Parlamento de Andalucía hace uso desde hace unos meses de este nuevo sillón; sin embargo, a pesar de las indicaciones que esta cámara realizó al programa de TVE, es fácil observar que su características difieren de las del resto de butacas.
Este asiento ha pasado de ser uno más a mostrarse de mayor tamaño y color diferente, permitiendo atisbar un evidente cambio entre las sesiones plenarias del 5 de marzo y el 9 de abril, y rompiendo, de esta manera, la imagen del Parlamento y la igualdad de sus miembros.