El actor Javier Gutiérrez, una de las figuras más reconocidas del cine y la televisión en España, ha alzado la voz para reflexionar sobre los profundos cambios que atraviesan las grandes ciudades. En una reciente entrevista en ‘Esquire’, el doble ganador del Premio Goya ha expresado su preocupación por la evolución de Madrid, una ciudad a la que siempre ha estado estrechamente ligado y que, según confiesa, empieza a resultarle cada vez más hostil, echando de menos el sentimiento de comunidad y pertenencia que marcó su llegada y su infancia.

"Yo, que soy un gran amante de Madrid, llegué con 18 años y siempre he presumido de lo acogedora que es y de que nadie se siente extraño en esta ciudad. De repente echo en falta (o me descubro pensando en) mi infancia y en el modo de vida de entonces: pertenencia a un lugar, tribu, comunidad, que es de lo que habla la peli", ha reflexionado el actor. 

Por estas razones, ha asegurado que ha idealizado vivir en lugares más pequeños. En su juicio, no le vendría mal un cambio de aires hacia una ciudad más reducida "donde todo está conectado, conoces al vecino, todos te llaman por tu nombre; donde puedes ir desde tomar un vino a hacer cualquier compra".

Esta reflexión está muy conectada con la última película en la que ha trabajado ‘La vida Breve’, que se estrenará el 1 de enero: “Eso está desapareciendo en las grandes ciudades. Ese sentimiento que me conecta con el carrito de los helados, cuando intentaba cogerle 10 o 15 pesetas a mi madre para bajar a por uno, tiene que ver no con la huida, sino con volver a los orígenes. Me conecta con la infancia y con esta película".

Aun así, el actor ha realizado un apunte muy escuchado sobre la realidad de la idealizada vida madrileña: “Lo de Madrid es insostenible”. "Vivo en una finca de 90 vecinos y más de la mitad ya son apartamentos vacacionales. Puede que en cinco años quedemos cuatro o cinco propietarios. Es una auténtica desgracia para un modo de vida que hace unos años disfrutábamos y que hoy es impensable sostener", ha zanjado. 

Las reflexiones de Javier Gutiérrez sobre la pérdida de identidad y de vida comunitaria en Madrid coinciden con el análisis que recientemente hacía el diario francés ‘Le Monde’. El rotativo ponía como ejemplo el anunciado cierre del Café Central, uno de los templos históricos del jazz en Europa, abierto desde 1982, que bajará la persiana a comienzos de 2026, "víctima de la especulación inmobiliaria". Para muchos residentes, es una señal más de que Madrid se está transformando, impulsada por la ambición de consolidarse como una ciudad global", aseveró. 

El periodico francés aseguró que la capital española “está en pleno auge” y que "visitantes y nuevos residentes acuden en masa": "La región ha ganado un millón de habitantes en diez años (su población actual es de 7,1 millones), en gran medida gracias a la inmigración predominantemente latinoamericana. Actualmente, representa el 19,8% del Producto Interior Bruto (PIB) de España y atrajo el 67% de la inversión extranjera en España durante el primer trimestre. En 2024, once millones de turistas visitaron la ciudad, casi un 10% más que en 2019".

"Pero esta prosperidad tiene sus inconvenientes": según Cáritas, el 21% de los residentes vive con una media de 10.200 € al año, mientras que la renta per cápita alcanza los 44.755 €.

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