La polémica que estalló en las últimas Campanadas emitidas en TVE después de que la humorista Lalachus mostrara a cámara una estampita del Sagrado Corazón pero con la cara de la vaquilla del Grand Prix se ha cerrado finalmente este jueves. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha acordado archivar las tres denuncias que se presentaron en enero por la vía administrativa por parte de las asociaciones ultras Hazte Oír y Abogados Cristianos. 

Dos meses después de que se presentaran las mismas denuncias por vía judicial, en marzo de este año, la Justicia ya comunicó el archivo de estas al considerar que "no aparece debidamente justificada la perpetración del delito que ha dado lugar a la formación de la causa". Entre los distintos puntos que figuran en la sentencia, el de que el gag en cuestión se encuentra "dentro de los límites de la libertad de expresión" al ser emitido en el marco de un programa de fin de año el 1 de enero de 2025, en un tono humorístico en el que los dos denunciados, Broncano y la llamada Lalachus, eran los comunicadores o presentadores, el gag era eminentemente satírico y tenía una intención claramente humorística sin que en ningún momento en el diálogo entre los presentadores se haga ninguna mención religiosa, como tampoco aparece la imagen de Jesucristo en el pecho del toro, sino solo un corazón y rayos de luz".

Todo ello se resolvió después de que las dos asociaciones ultras presentaran la demanda al considerar que el gesto de la cómica suponía "una ofensa a los sentimientos religiosos" en dicha programación. Tal y como se recoge en el auto -al que ha tuvo acceso este medio- la asociación ultracatólica señala que "resulta evidente para cualquier espectador que estamos ante una burla de la clásica imagen del Sagrado Corazón de Jesús, habiéndose sustituido el rostro de Cristo por el de un animal con un claro afán de mofa y escarnio". Además, destacan que "nos encontramos ante un insulto absolutamente gratuito".

Sin embargo, en ese momento, el Juzgado número 4 de Madrid decretó el sobreseimiento provisional y el archivo de la denuncia. Siete meses después, es ahora la CNMC quien sella el broche final a la polémica archivando también las otras denuncias que se presentaron por la vía administrativa. Según publicó El Independiente, esas denuncias hacían referencia al artículo 4.2 de la Ley General de Comunicación Audiovisual que señala que “la comunicación audiovisual no incitará a la violencia, al odio o a la discriminación contra un grupo o miembros de un grupo por razón de edad, sexo, discapacidad, orientación sexual, identidad de género, expresión de género, raza, color, origen étnico o social, características sexuales o genéticas, lengua, religión o creencias, opiniones políticas o de cualquier otro tipo, nacionalidad, patrimonio o nacimiento". Pese a ello, Competencia agrega que no aprecia “un ánimo, una incitación o una posición manifiesta, clara y evidente de menosprecio, odio, vejación o desprecio” a las personas religiosas. No obstante, reconoce que el gesto “puede provocar malestar e incomodidad a espectadores con firmes creencias religiosas, pudiendo incluso llegar a ofenderles este tipo de imágenes”.

"Vergüenza de televisión pública"

Poco después de presentar la denuncia en enero, desde Abogados Cristianos cargaron duramente contra el ente que dirige José Pablo López. En un mensaje difundido en redes sociales, la organización calificó la actuación como “una burla de RTVE hacia las creencias cristianas”, y señaló: “Menuda vergüenza de televisión pública”. Estas declaraciones avivaron un debate que divide opiniones entre quienes defienden la libertad de expresión y los que consideran que el humor de Lalachus cruzó una línea.

En las redes sociales fueron varias las críticas al gesto de Lalachus. Buen número de cristianos se han sentido ofendidos: "Hay que anteponer la actitud heroica frente a la actitud victimista. Ya sabemos que frente al Islam no se atreven. ¿Por qué? Porque infunden respeto. Infundelo tú. Hasta que se deje de llorar como mujer y se defienda como hombre, los progresistas seguirán riéndose de tí", señala uno de los líderes de Revuelta, organización juvenil de Vox. 

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