El baloncesto se convirtió en 2018 en el segundo deporte más seguido en Estados Unidos, superando la tercera posición que había ocupado durante más de diez años. Este incremento se debe al entusiasmo de los jóvenes por la liga universitaria y, también, de la proyección de este deporte en todo el mundo, tal y como recuerda el blog de CaixaBank

A diferencia del resto de deportes americanos, el baloncesto de la NBA ha traspasado fronteras y cada vez tiene más seguidores por todo el mundo. ¿Y qué hay detrás de este enorme éxito? El uso de algoritmos para elaborar el calendario de las competiciones de baloncesto en Estados Unidos está detrás de este éxito.

En los últimos tres años se ha detectado una tendencia al alza en cuanto a la audiencia televisiva, aunque hasta el momento no han alcanzado las cifras que ha alcanzado la Superbowl. En 2017, la March Madness de la NCAA (National College Athletic Association), la competición más importante de la liga universitaria, llegó a sumar 97 millones de espectadores. Por lo que respecta a la liga profesional, la final de la NBA llegó a alcanzar una audiencia de casi 20 millones de espectadores, una cifra nada desdeñable.

Los algoritmos

A la hora de confeccionar el calendario de los partidos hay que tener en cuenta una multitud de variables. El primero en identificarlas fue Matt Winnick, vicepresidente de la NBA durante 30 años y responsable de la configuración del calendario hasta la temporada 2015-2016. Creo un algoritmo informático que tenía en cuenta los siguientes parámetros:

1.- Estadios disponibles: en Estados Unidos los estadios no están siempre disponibles, por lo que los equipos deben enviar sus calendarios con mucha antelación.

2.- Duración de la competición: la temporada norteamericana dura seis meses, durante los cuales cada equipo debe jugar 82 partidos en total (suman en conjunto 1.230 partidos).

3.- Evitar el back-to-back: es decir, jugar dos partidos, uno de ida y el otro de vuelta, en días contiguos.

4.- Tener en cuenta la audiencia europea: los partidos se suelen jugar en jueves, viernes y domingo. Los de los domingos se acostumbran a jugar al mediodía para hacerlos compatibles con el horario europeo.

5.- Respetar las preferencias de cada equipo: cada equipo puede elegir tres fechas en las que le interesaría jugar, aunque no puede decidir el rival.

6.- Evitar jugar cuatro partidos en cinco días: tiene que haber un descanso de tres días entre partidos.

7.- Evitar que los partidos coincidan: con fechas de celebraciones importantes o con otros eventos deportivos.

Gracias a este tipo de sistemas con algoritmos se contribuye a mejorar situaciones deportivas, que pueden resultar complejas, pero que con esta práctica se resuelven con facilidad.