Con seguridad, estos días has visto si eres cliente/usuario de alguna de las herramientas de Google un mensaje en el que unen Drive y WhatsApp. Como estamos también casi seguros de que no le has prestado atención, te contamos qué dice el mail y, sobre todo, qué consecuencias puede tener si eres asiduo o no tanto a la aplicación de mensajería instantánea.
Empecemos por la advertencia que te ha hecho llegar, en este caso, Google a través de tu cuenta en Gmail.
En la misma se anuncia que el gigante tecnológico y otro de los monstruos del sector, Facebook (propietario de WhatsApp), han llegado a un acuerdo. En virtud del mismo “las copias de seguridad de WhatsApp ya no contarán a efectos de la cuota de almacenamiento en Google Drive”. Una buena noticia, sin duda, en la que prácticamente nadie se había parado a pensar.
Sin embargo, como casi todo en esta vida, tras la parte positiva llega la negativa. Esta tiene que ver con aquellos que no hayan actualizado sus copias de seguridad de la aplicación desde hace más de un año porque, como avisan desde Google, “se eliminarán automáticamente” de Drive.
La cuestión no es ninguna broma y tiene fecha para hacerse efectiva: el próximo 12 de noviembre de este año.
Cuatro simples pasos
El acuerdo entre ambas compañías establece una especie de moratoria o fecha de gracia para que los más rezagados puedan ponerse al día con sus copias. Así lo aclara el correo electrónico de Google al recomendar que se realice una copia de seguridad “manual de WhatsApp” antes del citado día de noviembre.
Desde El Telescopio te aconsejamos que cumplimentes este trámite porque, presuponiendo que no utilizas WhatsApp para enviar mensajes, vídeos o imágenes trascendentales para ti y los tuyos, seguro que sí tienes alguna nota de voz de o para tu amado o amada que quieres conservar o aquella fotografía de la puesta de sol en las Islas Cíes.
Hacerlo es muy sencillo. Tras abrir WhatsApp entras en el Menú y desde ahí te diriges a Ajustes y Chats.
A continuación, en Copia de Seguridad simplemente le das a Guardar y listo.
En definitiva, cuatro sencillos pasos que pueden evitarte más de un mal rato cuando no un inconveniente. Ya dice el refranero que 'más vale prevenir...'.