A estas alturas de la jugada, seguro que más de un amigo/cuñao/listillo ha venido a hablarte del “chollo” de las criptomonedas. La nueva fiebre del oro, en la que todo el mundo parece haber oído hablar de alguien que se ha hecho rico, pero nunca te lo presentan.

Las nuevas criptomonedas ponen en peligro la dominancia del dólar

No sé si te puedes hacer millonario con ellas, pero está claro que están cambiando el panorama económico y financiero. Sobre todo, porque se están desarrollando para ser más estables y más seguras.

Hélène Rey, profesora de Economía en la London Business School analiza en un artículo publicado por la revista del Fondo Monetario Internacional cuáles son las implicaciones de estos nuevos desarrollos. Para empezar, ponen en peligro la dominancia del dólar.

El marco legal de Estados Unidos está diseñado para impulsar su adopción

Criptomonedas estables

Según Rey, las stablecoins [o criptomonedas estables] se han erigido como una de las innovaciones más relevantes de la última década y han ido ganando tracción especialmente tras la introducción de un marco legal en Estados Unidos diseñado para impulsar su adopción y solidificar el papel del dólar como principal moneda internacional.

Estas monedas digitales, emitidas por el sector privado, actúan como un puente entre el sistema financiero convencional y el ecosistema criptográfico. Su promesa fundamental es mantener un valor estable en relación con las monedas en las que se basan, principalmente el dólar estadounidense; están respaldadas por activos líquidos como los bonos del Tesoro de EE. UU. y operan sobre tecnología blockchain.

La economista explica que, aunque en sus inicios estas divisas fueron vistas como meros vehículos para inversiones especulativas, su uso se ha expandido rápidamente. Hoy en día, son un instrumento creciente para los pagos transfronterizos; y son especialmente útiles en regiones en las que el sistema financiero doméstico es débil o costoso, o cuando las transacciones internacionales están sujetas a regulaciones o sanciones.

Un mundo "dolarizado" por stablecoins

Rey advierte: “En un mundo en el que las stablecoins, particularmente aquellas vinculadas al dólar, se convierten en una importante herramienta de pago global, debemos prepararnos para consecuencias importantes”.

Entre los efectos positivos, este tipo de criptomonedas pueden facilitar pagos transfronterizos más rápidos y baratos, lo que resulta crucial para las remesas. También pueden ofrecer a los ciudadanos de países con mala gobernanza acceso a medios de pago y reserva de valor más estables y convenientes que sus monedas domésticas. Además, al aumentar la demanda de bonos del Tesoro de EE. UU., stablecoins como Tether y USDC [que ya poseen colectivamente más deuda estadounidense que Arabia Saudí] podrían reforzar el papel de "banquero mundial" de Estados Unidos y consolidar su "privilegio exorbitante".

Riesgos

Los riesgos son igualmente significativos. La dolarización y sus efectos secundarios, la inestabilidad financiera, la posible "desmonetización" del sistema bancario tradicional debido a la competencia por los depósitos, la competencia y la inestabilidad de las divisas, el lavado de dinero, la erosión de la base fiscal y la privatización del señoreaje [lo que ganan los bancos centrales al emitir moneda] son preocupaciones clave, según explica el artículo.

Rey destaca que una de las consecuencias del crecimiento de los flujos de estas monedas en dólares es "la privatización del señoreaje global", lo que puede llevar a una significativa acumulación de riqueza en manos de "unas pocas empresas e individuos". Esta concentración de poder financiero podría traducirse en un aumento de las presiones en favor de la desregulación y la opacidad en los flujos de capital internacionales, lo que desafiaría el carácter de bien público del sistema monetario internacional.

Además, las stablecoins y los criptoactivos no respaldados, si no son regulados adecuadamente, pueden convertirse en canales atractivos para eludir sanciones y realizar transacciones ilícitas, con lo que se facilita el lavado de dinero y se erosiona la base impositiva de muchos países.

El posible vaciado de los sectores bancarios por la competencia de depósitos y la alteración de los canales de transmisión de la política monetaria son otros efectos negativos de la dolarización masiva.

Desafíos

Rey asegura que la coexistencia y proliferación de múltiples redes conectadas de emisores privados de dinero, si no están bien reguladas y respaldadas por una soberanía con capacidad impositiva y de ejecución de contratos, podría llevar a un sistema monetario y financiero inherentemente frágil.

Según explica, la historia nos enseña que "los dineros privados suelen ser inestables por todas las razones tradicionales vinculadas a la falta de credibilidad. Cuando no están bien regulados y no están respaldados por un soberano que pueda gravar e imponer contratos, los dineros privados a menudo conducen a huidas". Las propias monedas soberanas pueden ser inestables cuando se cuestiona la credibilidad de sus instituciones, en particular, sus instituciones fiscales.

Uno de los riesgos más críticos es la ciberseguridad y la integridad de los datos. El Instituto Nacional de Estándares y Tecnología del Departamento de Comercio de EE. UU. ya advirtió en 2016 que los ordenadores cuánticos podrían pronto "romper muchas de las criptografías de clave pública actuales".

En este escenario de amenazas avanzadas, las redes monetarias más expuestas a ataques y a la pérdida de su integridad podrían sufrir "crisis de confianza masivas y salidas de capital", que podrían desencadenar crisis financieras. Surge así el concepto del "privilegio de la integridad", que sugiere que "la red monetaria con la menor superficie de ataque para los hackers debería cosechar una prima y reducir sus costes de financiación".

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