Si hay una idea que define la banca responsable es la implicación en las nuevas exigencias sociales, lo que supone desempeñar un papel activo en el desarrollo de la economía, la sociedad y el cuidado del medioambiente. Ahora más que nunca el sector financiero es consciente de la necesidad de reenfocar su modelo de negocio. Sólo obteniendo resultados de un modo responsable y sostenible, devolviendo a la comunidad beneficios sociales e inclusivos tangibles, es posible mirar al futuro.

¿Qué es lo que hace que una empresa tenga éxito de verdad?, planteaba Ana Botín, presidenta de Banco Santander, en una carta dirigida a sus accionistas. “Ha de ser una empresa que reconozca su responsabilidad con los empleados, los clientes, los accionistas y con la sociedad, con todos los que de una manera u otra se puedan ver afectados por su actividad. Una empresa que entienda que su misión va más allá de obtener rentabilidad: que tenga claro que sus beneficios deben revertir a toda a la sociedad de hoy y también a las generaciones futuras”.

La máxima ejecutiva de la entidad ha dejado claro en numerosas ocasiones la necesidad de “pasar a la acción”, un mensaje que ha calado hasta la médula en la cultura corporativa del banco y en todos los niveles de organización. La última de ellas durante su reciente participación en el programa Planeta Calleja, con quien viajó a Groenlandia para conocer de primera mano los efectos del cambio climático sobre una de las zonas más afectadas del planeta por esta amenaza. La invitada mostró su firme convicción en la necesidad de combatir los riesgos del calentamiento global. Pero fue más allá en su responsabilidad como presidenta de uno de los mayores grupos financieros internacionales y destacó que lo más importante de su trabajo es la capacidad de poder cambiar la vida de las personas. “El impacto que puedes tener es enorme”, dijo Botín.

Ya el año pasado, Santander cogió el guante y asumió el reto de poner números a sus “10 compromisos de Banca Responsable”, entre ellos: empoderar financieramente a 10 millones de personas hasta 2025; financiar 200.000 becas, prácticas y programas para emprendedores entre 2019 y 2021; o contribuir con 220.000 millones de euros durante esta década a financiar proyectos “verdes” que permitan abordar el cambio climático y fomentar la transición hacia una economía sostenible. Estos propósitos, que serán evaluados periódicamente, reflejan la implicación del Santander con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.

Banco Santander se ha propuesto ayudar en 2020 a cuatro millones de personas en todo el mundo

 

Dentro de este compromiso, la entidad se ha marcado el desafío de ayudar este año a cuatro millones de personas en todo el mundo a través de sus distintos programas de acción social. Y ha definido tres ejes de actuación sobre los que pivotarán las distintas acciones:

  • La educación infantil, apoyando programas en distintos países para garantizar la igualdad de oportunidades de todos los niños y el desarrollo sostenible.
  • El apoyo al bienestar social, desarrollando iniciativas para abordar situaciones de pobreza, vulnerabilidad y marginalidad social, incluyendo programas centrados en la prevención de enfermedades, el fomento de la salud y el respaldo a las personas con discapacidad.
  • Y la protección y difusión de la cultura, que se realizará principalmente a través de Fundación Banco Santander, en España, y Santander Cultural en Brasil. A esto se suma el apoyo de los más de 60.000 empleados que participan en las distintas iniciativas sociales que el banco promueve. 

A la espera de conocer los datos del año pasado, la entidad ha destinado un total de 669 millones de euros desde 2002. En 2018 esta cifra fue de 58 millones (un 7% más que el año anterior), a través de más de 7.600 colaboraciones con instituciones y ONG en las que se implicaron cerca de 67.000 empleados voluntarios del grupo. Son proyectos con nombre propio que permiten cuantificar su impacto: 600.000 menores recibieron ayuda mediante programas de apoyo a la educación infantil para prevenir el abandono escolar o mejorar la calidad de la enseñanza básica, un 31% más que el año anterior; más de 1 millón de personas fueron ayudadas a través de programas diseñados para abordar la exclusión social, casi un 43% más que en 2017; También más de 1 millón de personas se beneficiaron de las iniciativas de mecenazgo cultural y científico de la Fundación Banco Santander y Santander Cultural.

En 2019, el grupo de origen cántabro ha sido reconocido como el banco más sostenible del mundo por la publicación Dow Jones Sustainability Index (DJSI) y está incluido, desde 2003, en el índice FTSE4Good IBEX como compañía que trabaja por la sostenibilidad medioambiental, el desarrollo de relaciones positivas con los grupos de interés, y por el apoyo y la preservación de los derechos humanos universales.