El año 2018. Ese es el objetivo en tiempo que se han marcado los responsables del que está llamado a ser el futuro (a medio plazo) medio de transporte. No es un coche, ni un avión, ni siquiera un tren, aunque sea a lo que más se parece. Se trata del Hyperloop, la cápsula que según sus creadores será capaz de transportar a pasajeros, por ejemplo, de Madrid a Barcelona en unos 35 minutos.

No es ciencia ficción. Este proyecto nació de la mano de Hyperloop Transportation Technologies en California, EEUU, pero con conexiones en diferentes lugares del mundo, entre ellos también España, a través del Grupo Carbures, compañía que forma parte del ambicioso proyecto y que se encargará, precisamente, de una de las partes más importantes del mismo, como es la cápsula en la que irán los viajeros. 

La primera de las cápsulas del Hyperloop, tal y como han dado a conocer hoy sus responsables a través de un comunicado y de un vídeo publicado en su canal de Youtube, está previsto que se entregue en el centro de investigación y desarrollo que HTT tiene en Toulouse (Francia), donde será implantada con el resto del proyecto.

Desde que hace tres años la idea se puso en marcha, todas las cifras que la acompañan, además de sonar a película futurista, son espectaculares. Sin ir más lejos, este martes se ha dado a conocer que esta cápsula tendrá una longitud de 30 metros de largo con 2,7 de diámetro. Su peso estará alrededor de las 20 toneladas y dispondrá de una capacidad para entre 28 y 40 pasajeros. Lo más llamativo es la velocidad que podría llegar a alcanzar: más de 1.200 kilómetros por hora.

Una vez la cápsula esté finalizada, todavía tendrá que pasar un tiempo para implementar todo el sistema basado, además, en las energías alternativas y sostenibles, no en vano el Hyperloop se moverá en el interior de los túneles gracias a la propulsión por aire comprimido. No obstante, las previsiones de HTT es que el uso comercial como medio de transporte pueda llegar apenas dos o tres años después del traslado a Francia de la primera cápsula. 

La esperanza en el Hyperloop es tal que algunos países, como la República Checa, han apostado por él para el diseño de una vía de comunicación entre sus dos ciudades más importantes.

Cabe subrayar que éste no es el único proyecto centrado en esta especie de tren supersónico. Bajo el nombre de Hyperloop One, este mismo mes se ha sabido de la construcción de la primera pista de prueba por parte de esta otra compañía. Hace menos de un año, la misma empresa mostró una prueba física.