La aplicación más descargada y utilizada del planeta sigue con sus vulnerabilidades y problemas de seguridad, a pesar de los esfuerzos, según sus responsables, de los últimos meses para tratar de mejorar la herramienta en este sentido.

El último de los fallos detectados ha sido ya reconocido por la propia WhatsApp ha posibilitado a un grupo de hackers introducir un programa espía de origen israelí, según los datos cnet, en algunos smartphones que tienen descargada la aplicación.

Cuando se produce un ataque de estas características los ciberdelincuentes no distinguen de sistema operativo, de manera que se han visto afectados tanto teléfonos con sistema iOS, como con Android, a los que los ‘amigos online de lo ajeno’ accedieron mediante la función de llamadas de WhatsApp.

El programa espía detectado ha sido creado por la compañía NSO Group, que ya hace tres año estuvo en el punto de mira por idear y diseñar este tipo de software para ponerlo a disposición de gobiernos de todo el planeta.

Ahora, por culpa de este spyware, WhatsApp ha visto como se ponía en riesgo la seguridad de algunos usuarios puesto que, entre otras opciones, dicho programa permitía acceder al teléfono incluso aunque el hackeado no respondiese a una llamada. 

Tal y como han subrayado diferentes medios norteamericanos citando a la empresa propietaria también de Facebook, los ciberdelincuentes no habrían llevado a cabo un ataque masivo e indiscriminado contra los alrededor de 1.500 millones de usuarios de WhatsApp, sino sobre algunos objetivos y nombres concretos, aunque no han trascendido.

En todo caso, la propia app recomienda a todos los que la tengan descargada en su smartphone que la actualicen a la última versión disponible.

La vulnerabilidad fue detectada el pasado domingo, mientras que la solución la aportaron los expertos de la aplicación ayer lunes.