Los ciclistas que compiten en La Vuelta han anunciado este miércoles, a falta de cuatro días para el final, que abandonarán la competición en caso de que en las próximas etapas se repitan las protestas que grupos de activistas están llevando a cabo para condenar el genocidio de Israel sobre Gaza. El anuncio se produce después de que durante las últimas etapas que han recorrido puntos del norte de España como Asturias o el País Vasco se hayan producido numerosas protestas, obligando a actuar a las Fuerzas de Seguridad.

Este mismo martes a su paso por Galicia, concretamente entre Poio y Mos-Castro de Herville, la decimosexta etapa se vio obligada a finalizar ocho kilómetros antes de la meta debido a las masivas protestas en favor del pueblo palestino. "Debido a una protesta que está bloqueando la carrera, el ganador de etapa y los tiempos para la clasificación general se decidirán a 8 kilómetros para la línea de meta", informaba La Vuelta en su web oficial.

Al hilo de todo ello, uno de los principales motivos que han movilizado estas protestas es la presencia del equipo israelí propiedad de un millonario sionista amigo de Benjamin Netanyahu, Premier-Tech. En esta última etapa, los manifestantes se concentraron en el Alto de San Cosme, en Mos, y obligaron a la organización a suspender la carrera de la meta prevista. Esperaron en el alto para cortar la etapa frente a un gran dispositivo de seguridad integrado por agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil. No obstante, el pelotón de ciclistas nunca llegó al lugar, ya que se vieron obligados a adelantar la línea de meta.

A razón de todo ello, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha pedido este miércoles que “no se ponga en riesgo” la seguridad de los ciclistas que participan en La Vuelta durante las protestas que ha tildado de “necesarias y legítimas” a favor de Palestina y contra Israel. "Estoy convencido de que va a ser posible", ha asegurado Marlaska a preguntas de la prensa en los pasillos del Congreso de los Diputados sobre si es posible compaginar la seguridad de los corredores y las protestas de manifestantes disconformes con la participación del equipo Israel-Premier Tech. "El genocidio en Gaza determina que la gente quiera visualizar su protesta, su posición y la necesidad, evidentemente, de ponerle fin. Pero también, a la vez, esto se tiene que compaginar con la seguridad de todos los eventos y de una prueba como es la Vuelta Ciclista a España", ha detallado el titular de Interior.

En esta línea, el ministro se ha dirigido a los manifestantes para pedirles “que no ponga en riesgo ni la integridad de los ciclistas ni tampoco de aquellos que acuden a ver el evento tan importante de carácter deportivo”. Asimismo, Marlaska ha querido referirse al trabajo de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, reflejo de que en España, “como una democracia plena”, está garantizado el derecho a la manifestación. 

Polémica con los incidentes

Todas estas protestas que se están dando en defensa del pueblo palestino y para condenar el genocidio de Israel han provocado numerosos incendentes en diferentes etapas. En una de ellas, concretamente en la de este pasado domingo a su paso por Monforte de Lemos, el ciclista Javi Romo se cayó y el incidente ha generado polémica. En un primer momento, las primeras versiones apuntaban a que la irrupción de un manoifestante en la carrera provocó esta caída. Sin embargo, la realidad es que fue a consecuencia de un agente de la Guardia Civil cruzó la carretera y fue este quien provocó la caída. 

La propia organización admite el encadenado de hechos. En declaraciones recogidas tras la etapa, el director de La Vuelta, Javier Guillén, explica que la irrupción del espontáneo “obligó a intervenir a un guardia civil” y que esa intervención “generó la caída” de Romo. Es decir, la causa inmediata del accidente no es la presencia del activista, que tropieza en el arcén, sino la maniobra del agente al meterse en la línea de paso del grupo. La secuencia coincide con los vídeos: activista que cae, policía que cruza la carretera y, acto seguido, el frenazo que precipita el accidente.

En este mismo orden de cosas, también ha resultado llamativa la detención de Rosana Prieto, concejala del BNG, al paso de La Vuelta por Lugo. En una entrevista a este periódico, Prieto ha explicado cómo sucedieron los hechos. "Lo que ocurrió fu que a este hombre le dio un ataque de ira, es lo único que razono yo. Me cogió por detrás y me dijo: “identifícate”. Yo le pregunté qué era lo que había hecho y automáticamente me tiró del bolso. Le pedí que lo soltara para poder coger la cartera. Entonces ahí se me ve sola porque claro, ya había terminado la manifestación. Yo esto lo he visto luego, porque en el momento no era consciente de todo. Tras eso me dice de ponerme las esposas. Estamos hablando de una persona que es un mando policial que, al ponérmelas, es cuando más me lastiman. Estoy enfadada porque ha trascendido toda mi vida y demás pero el nombre de este señor, que es un cargo de libre designación, no lo ha hecho", ha denunciado.

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