Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha cargado contra la competencia china en los mercados internacionales. Durante su habitual discurso pronunciado durante el Debate sobre el Estado de la Unión Europea, la mandataria europea ha llamado a protegerse económicamente de las “prácticas desleales” que sufre parte del tejido industrial europeo. La liberal ha puesto el foco en China y en su política de subvenciones empresariales, que permite a las empresas del gigante asiático desarrollar una “competencia a la baja”.

Von der Leyen ha querido ejemplificar su denuncia con el sector de los vehículos eléctricos. “Es una industria fundamental para la economía limpia con un inmenso potencial en Europa”, ha asegurado, denunciado a su vez que “los mercados mundiales están inundados de coches eléctricos chinos baratos y su precio se mantiene artificialmente bajo a través de cuantiosas subvenciones públicas y eso falsea nuestro mercado”. En este punto, entre aplausos y vítores, la presidenta de la Comisión Europea ha anunciado una investigación contra estas prácticas.

El programa al que ha hecho referencia von der Leyen otorga exenciones fiscales a aquellos consumidores que adquieran vehículos eléctricos hasta 2027 y tiene un valor estimado de 72.300 millones de dólares. Existen programas similares a nivel nacional en diversos Estados de la Unión, donde también se contemplan exenciones por la compra y producción de vehículos eléctricos. No obstante, la liberal alemana ha garantizado que desde Europa se combatirán estas prácticas.

“Ya que no aceptamos estas distorsiones dentro de nuestro mercado, tampoco las aceptaremos cuando vengan de fuera”, ha alegado. “Hoy puedo anunciarles que la Comisión se dispone a comenzar una investigación ante las subvenciones sobre los vehículos eléctricos procedentes de china”, ha comunicado. En ese instante, mientras aún se escuchaba el runrún final de la ovación del Parlamento Europeo, la máxima mandataria de la Unión Europea ha concluido, a modo de declaración de intenciones, que en Europa “tenemos que protegernos contra las prácticas desleales”.

Diálogo y defensa de las empresas europeas

La mandataria de los Veintisiete se ha mostrados a favor del libre mercado, pero ha señalado de forma abstracta a “competidores” que no juegan limpio. “La competencia solo es tal si es justa”, ha defendido, aludiendo a que “con demasiada frecuencia, nuestras empresas se ven excluidas de los mercados extranjeros o son víctimas de prácticas predatorias”. “A menudo, les imposible igualar las ofertas de competidores que se ven beneficiados de enormes subvenciones estatales”, ha añadido.

Más allá del ejemplo chino utilizado por von der Leyen, una situación similar se dio a principios de año con el anuncio de Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, de la Ley de la Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés). Esta norma establecía, entre otras muchas cosas, la concesión de subsidios para la transición ecológica de las empresas con una dotación de hasta 400.000 millones de dólares.

Este caso práctico de lo que von der Leyen califica de “competencia desleal a través de subvenciones” puso en jaque a la UE, debido al perjuicio que significó para los intereses de las empresas europeas. Unido a esto, mandatarios europeos denunciaron una posible ola de fugas de inversiones, tanto nuevas como ya instaladas en Europa, y consideraron el proceder estadounidense una clara muestra de competencia desleal por parte de uno de los socios comerciales más importantes de Europa.

No obstante, la presidenta de la Comisión ha incidido en el caso chino, debido a su mayor actualidad. “No hemos olvidado la forma en que las desleales prácticas comerciales chinas afectaron a nuestra industria solar”, ha recordado. “Muchas empresas jóvenes se vieron expulsadas del mercado por la competencia china, empresas pioneras se declararon en quiebra y profesionales prometedores buscaron oportunidades en el extranjero”, ha aseverado.

Apoyándose en este caso, ha defendido que “la justicia en la economía mundial es tan importante porque afecta la vida y la subsistencia de las personas. Sectores industriales enteros dependen de que exista. Debemos tener claro los riesgos a los que nos enfrentamos”. Pese a su duro discurso, la mandataria ha asegurado que la mejor estrategia es “mantener diálogo y líneas de colaboración con China”, posición que defenderá en el próximo encuentro que mantenga con los máximos cargos del gigante asiático. “Reducir el riesgo sí, desvincularlos no”, ha resumido.