El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, manifestó recientemente en uno de sus controvertidos tweets una declaración de intenciones que merece el calificativo de criptográfica.

En referencia a su agresiva política de confrontación comercial que tantos reparos suscita tanto en el interior de su país, incluidos miembros de su propio partido, como en el exterior, dijo que a partir de ahora “utilizaría el dinero de los bancos para conseguir sus objetivos”.

La frase es ambigua y da lugar a interpretaciones diversas que no hacen mas que alimentar la confusión a la que nos tiene acostumbrado el mandatario norteamericano.

La lectura mas probable de esta enigmática frase es la de que estaría dispuesto a tensar aún más la situación en el enfrentamiento que sostiene con el resto del mundo, imponiendo trabas al libre comercio, sin importarle las más que probables pérdidas que se ocasionarán en los mercados bursátiles.

Las consecuencias de Trump

Desde su llegada al poder el Dow Jones, índice de referencia en bolsa más seguido por Trump, ha llegado a revalorizarse un 30%.

La reforma fiscal aprobada por el Senado a comienzos del 2017 con un recorte de impuestos de 1.5 billones de dólares en el plazo de dos años, cuyo principal beneficiario han sido las empresas que han visto bajar el impuesto de sociedades desde un 35% a un 20%, fue el principal desencadenante del movimiento alcista que se ha producido en un contexto de subidas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal, aspecto que en principio no ayudaría al buen comportamiento de la renta variable, a pesar de que se produzca por un buen desempeño de los datos macros como el crecimiento, la inflación y el empleo.  

Según puede deducirse de sus palabras, Trump considera esta revalorización un logro personal fruto de su política y se siente legitimado para utilizarlo como un colchón a a sacrificar en aras de conseguir sus agresivos objetivos comerciales, que no son otros que imponer sus condiciones a las contrapartidas comerciales de Estados Unidos, saltándose todos los acuerdos previos conseguidos a lo largo de muchos años de negociación.

Sin duda alguna, la presión en contra de esta actitud tan beligerante por parte de los inversores de diferentes sectores es alta y por ello Trump se escuda en los réditos obtenidos durante su mandato para proseguir con su arriesgada apuesta.

Sobre este planteamiento ¿Qué podemos esperar en los mercados en los meses venideros?

La enorme incertidumbre creada desde el inicio de la guerra comercial a principios del presente año es evidente. La tendencia alcista de la mayoría de los índices mundiales durante 2017 o se ha roto o en el mejor de los casos se ha detenido.

Trump maneja la situación a su antojo con una negociación de tira y afloja según le va conviniendo. Después de declarar enemigos a sus socios europeos y de amenazar con aranceles del 25% a la importación de vehículos se reúne con Juncker en Washington y escenifica un encuentro prometedor apoyado en un acuerdo de mínimos que no garantiza ninguna estabilidad futura.

En el caso de China la complicación aún es mayor. El país asiático cuenta con armas mas poderosas para responder al ataque de Trump, desde la penalización, medida ya tomada, a la importación de productos agrícolas estadounidenses que ya le ha supuesto a Trump la necesidad de compensar con enormes subvenciones a los productores agrícolas del Medio Oeste, sus mas importantes electores, hasta la devaluación paulatina de su divisa, el yuan, que está provocando un movimiento generalizado al alza del dólar USA. La revalorización del dólar, seguirá en el futuro y generará un pernicioso viento en contra de la economía norteamericana y de países emergentes endeudados en dólares.

Cotización del dólar y del yuan chino
Cotización del dólar y del yuan chino.

El futuro no es prometedor. Los índices americanos son los que, de momento, han tenido el mejor comportamiento. El Dow Jones se ha apoyado en una zona de soporte en torno a los 23.600 puntos, aproximadamente un 7,7 % por debajo del precio actual. Su ruptura precipitaría perdidas pronunciadas.

Down Jones

Las mas vulnerables son las bolsas europeas. Con un desempeño mediocre de la economía que obliga al Banco Central Europeo a mantener su política monetaria de estímulo, y la continua amenaza de la inestabilidad política ,un empeoramiento en el proceso negociador con Trump , del que tarde o temprano seremos testigos, les supondría la confirmación de una ya incipiente tendencia bajista que en el caso del índice alemán DAX podría precipitarlo en torno a un 20% por debajo de los niveles actuales.

Índice DAX alemán

Índice DAX alemán.

Nuestro IBEX, que ni tan siquiera ha tenido tiempo de recuperarse en la época de bonanza sigue teniendo un futuro negro. En un contexto global poco favorable para las bolsas, con los bancos, que ponderan mas del 30% en el índice, amenazados con un impuesto adicional y con unos tipos de interés que no subirán, al menos, hasta mediados o finales del año próximo, la tendencia a la baja actual no tiene posibilidades de revertir.