El Ministerio de Trabajo y Economía Social y los agentes sociales se ha reunido este lunes 8 de julio para seguir negociando la reducción de la jornada laboral. En este encuentro, la cartera ha ofrecido una mayor "flexibilidad" en la capacidad de las empresas para distribuir irregularmente el tiempo de trabajo. tal y como ha precisado en la rueda de prensa el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, en la actualidad pueden hacerlo hasta un 10% de la jornada anual.
Con esta propuesta, Díaz quiere mostrar que la intención de su cartera no solo es dialogar, sino alcanzar un acuerdo. Así, ha sentenciado: "Estamos convencidos de que en esta materia también se puede hacer". Asimismo, el Ministerio ha indicado que el tono ha cambiado en las negociaciones frente a la tensión de los días anteriores y ha señalado que la patronal ha traido propuestas más concretas verbalmente. En concreto, estas han versado sobre flexibilidades que no sean estrictamente temporales y un mayor margen de transición de adaptación para las 37 horas y medias.
En opinión de Pérez Rey, la nueva propuesta del Ministerio ha sido "bien valorada" en su conjunto. Sin embargo, los sindicatos de CCOO y UGT y las organizacione empresariales Cepyme y la CEOE han pedido tiempo para analizarla en profundidad.
Ante uno de los puntos de fricción de las negociaciones y condiciones de la patronal, sin embargo, Díaz se sigue mostrando tajante ante lo que considera reducción de la jornada "fake". "Si la propuesta que hace el señor Garamendi es que aceptan reducir a 37 horas y media a cambio de ampliar las horas extraordinarias a 150 horas, ya les digo yo que eso es una jornada reducida 'fake'". Y por ello, el Gobierno de España no la va a hacer.
Un mayor margen en la distribución irregular de la jornada
La cartera de Trabajo ha propuesto que el 10% de la jornada anual quede referido a las jornadas que tuvieran las empresas a la entrada en vigor de la norma y no con la nueva jornada reducida. "Eso da un mayor margen en las jornadas irregulares que entendemos que pueden ser útiles para que las empresas puedan ir cuanto antes al módulo nuevo de las 37 horas y media", ha argumentado el secretario de Estado.
Así, Pérez Rey ha explicado que esto beneficia a, por ejemplo, aquellos sectores con ciclos productivos inconstantes a lo largo del año. Este es el caso de la agricultura o algunas actividades de la hostelería. Así, desde Trabajo han ubrayado: "Esta mayor capacidad de distribución irregular durante el periodo que estimamos que vamos a aplicar la reducción de jornada permitirá mayor adaptación a esos sectores productivos".
El secretario de Estado de Trabajo ha esgrimido así que hay muchas formas en la negociación colectiva de establecer una entrada en vigor que sea "lo suficientemente flexible" para que nadie "tenga que incorporar de golpe y porrazo una reducción de jornada que podría no asimilar". "Es evidente que no se trata de hacerla de manera desordenada o de generar un impacto por su entrada en vigor acelerada", ha recalcado en su intervención.
La Cepyme acusó al Ejecutivo de adoptar "tesis comunistas"
En medio de las declaraciones cruzadas que aumentaron la tensión entre Trabajo y la patronal los días antes de que se presentase esta propuesta, el pasado miércoles 3 de julio se hizo público un manifiesto de la Cepyme en favor de la libertad de empresa. En el documento hay fuertes críticas contra el "intervencionismo y hostigamiento" del Gobierno y su política "persecutoria e incriminatoria".
Tal y como figura en el manifiesto, la Cepyme esgrime: "La reducción de la jornada laboral es sólo el último ejemplo de cómo el Ejecutivo actúa de manera unilateral, sin evaluar sus medidas y perjudicando a la empresa". De esa forma, considera que la empresa privada tiene "poco espacio" en relación con un Gobierno "que adopta tesis comunitarias". "Negociar en estas condiciones resulta muy difícil", indica la Cepyme.
En línea con esta idea, Antonio Garamendi ha acusado en los días pasados al Ministerio de Yolanda Díaz de ir con el resultado de la negociación de esta medida ya cerrado. También de establecer un "monólogo social" con los agentes sociales. De igual forma, ante las acusaciones de no haber realizado ninguna propuesta, el presidente de la CEOE ha argumentado que han hecho "muchísimas", pero que el Ejecutivo "no acepta ninguna". Así, Garamendi ha criticado: "Hemos planteado de todo y no nos escuchan en nada".
El principal conflicto entre partes: el aumento de las horas extra
El principal punto de fricción entre las partes negociadoras se encuentra en las horas extraordinarias. Así, la patronal pide como condición para aceptar la reducción de la jornada laboral que se aumente de las 80 horas máximas al año a las 150 horas. Sin embargo, esta es una línea roja tanto de CCOO como de Trabajo, que ya han indicado su rechazo ante esta condición, aunque sí han entrado a negociar elementos "colaterales".