La crisis económica sigue afectando a la brecha entre regiones en España y la Unión Europea, donde nuestro país queda en una mala posición. Solo cinco comunidades autónomas españolas tenían en 2017 un PIB por habitante por encima de la media europea, según los datos publicados por Eurostat.

Se trata de Madrid, País Vasco, Navarra, Cataluña y Aragón. En el lado opuesto, con una renta entre el 64% y el 75% de la media europea, aparecen Extremadura, Melilla, Ceuta y Canarias, las regiones más golpeadas por la deslocalización.

Según el European Parliamentary Research Services (EPRS), España es uno de los países donde más se ha ampliado la brecha entre sus regiones y el resto de Europa en la última década, seguido de cerca por Francia.

Pero no es algo que solo ocurra en España, la mayoría de regiones europeas tiene un PIB por habitante igual o menor al promedio del continente (30.900€). Además, el porcentaje de estas regiones ha crecido un 3% en tan solo una década.

En cifras, la diferencia entre la región más rica de Europa, en el oeste del área metropolitana de Londres, y la más pobre de España, Extremadura, era de 168.700€ en cuanto al PIB por habitante. La diferencia ha aumentado un 41% en el periodo 2007-2017, según datos oficiales.

Estas cifras son una prueba de cómo la crisis económica ha empeorado las desigualdades territoriales en la Unión Europea. La riqueza se concentra en las grandes capitales y sus áreas metropolitanas mientras que las regiones agrícolas y posindustriales presentan un panorama totalmente diferente.

El hecho de que la riqueza se concentre en las grandes capitales no es nada nuevo, según los últimos informes de la OCDE. Así, el área metropolitana de Londres registraba un PIB por habitante de 188.000€, casi seis veces más que la media europea y la mejor cifra de Europa.

Las cifras son claras, la recuperación no ha conseguido que la brecha económica en Europa se haya reducido entre sus países ni tampoco entre las comunidades en el interior de cada país socio.