La crisis de los precios, la elevada inflación, la pérdida de poder adquisitivo y la devaluación salarial son realidades que se extienden por todos los países europeos; sin embargo, escasean subidas salariales que sostengan el nivel de vida de los trabajadores. Como respuesta, se suceden manifestaciones y huelgas convocadas por las organizaciones sindicales a lo largo del viejo continente. Ahora, la Confederación Europea de Sindicatos (CES) prepara una serie de movilizaciones a lo largo y ancho de todo el continente con un objetivo principal: conseguir una subida salarial que compense el alza del coste de vida.  

Fuentes sindicales (CCOO y UGT) confirman a ElPlural que se está trabajando conjuntamente con la coordinadora europea de cara a la participación de los sindicatos españoles. Desde la CES exigen que ante la crisis “impulsada por el exceso de ganancias de las empresas”, es necesario una subida salarial, la asunción de medidas destinadas a personas que no puedan pagar sus facturas de energía, la cesta de la compra o el alquiler; topes de los precios de la energía; la implantación de un paquete de medidas nacionales y europeas que protejan la renta de los ciudadanos y reformar el funcionamiento del mercado energético.

La intención de la CES es organizar una serie de actos y manifestaciones que se extiendan por toda Europa durante dos semanas (entre el 5 y el 19 de octubre), previamente a la celebración del Consejo Europeo los días 20 y 21 de octubre. De esta manera, la organización busca dar una respuesta coordinada para presionar en favor de las subidas salariales, aprovechando el momento de creciente movilización social.

Concretamente, en España se ha experimentado un aumento del 20% de las huelgas y los sindicatos han avisado de que, en caso de que no se acometa una subida salarial, habrá un “otoño caliente”. No obstante, España no es una excepción en este caso y se suceden las huelgas y manifestaciones por toda Europa. Francia ha sufrido esta situación, con la convocatoria de huelga de los controladores aéreos, que ha supuesto la cancelación de 1.000 vuelos aproximadamente; de igual manera que Bélgica, donde los sindicatos ya han convocado movilizaciones a nivel salarial y planea hacerlo otra vez este miércoles.

Ahora, la CES quiere extrapolar estas movilizaciones a todo el continente para, de forma coordinada, dotar de importancia las reclamaciones de los trabajadores y presionar para conseguir las exigencias sindicales. Demandas que pivotan entorno a una subida salarial que recupere los “salarios reales” que, según un informe de la OCDE, han caído casi siete puntos en Grecia, un 4,5% en España y un 3,1% en Italia, siendo estos los tres países donde mayor caída existe.

Los sindicatos españoles avisaron de un “otoño caliente”

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ya anunció a la vuelta de las vacaciones veraniegas, y lo ha repetido en reiteradas ocasiones desde entonces, que en el caso de no producirse subidas salariales, tendría lugar un “otoño caliente” plagado de movilizaciones. “O hay subida de salarios o habrá conflicto. No están difícil de entender", aseguraba a principios de mes.

Antes del inicio del periodo vacacional, Álvarez ya advertía que en septiembre llegaría un proceso de movilizaciones generalizadas y ahora, sumando la coordinación con la CES, parece que este se va a materializa. “Hay que generalizar la movilización y coordinar los sectores para poder ir a conflictos muy amplios a partir de septiembre”, aseguraba el secretario de UGT a inicio del mes de julio.