La Comisión Europea ha amenazado al minorista chino Shein con sanciones si no deja de violar los derechos europeos del consumidor. La Comisión, junto con varias organizaciones de protección a los consumidores, ha señalado a la empresa por incidir en varias prácticas ilegales y le ha dado un plazo de un mes para presentar un plan para corregir sus estrategias antes de incurrir en una investigación más profunda que puede resultar en sanciones “basadas en su facturación anual”.

El comunicado publicado este lunes por la Comisión de Competición y Protección de Consumidores (CCPC) y la Comisión Europea ha señalado que las tácticas que incumplen los derechos del consumidor europeo son: “descuentos falsos, tácticas de presión de venta e información poco clara sobre los derechos del consumidor”. También señalan la falta de información o la presencia de datos incorrectos, afirmaciones falsas sobre productos, etiquetas engañosas y la ocultación de información de contacto como problemas que la Comisión ha identificado.


Este periódico se ha puesto en contacto con Shein sobre este comunicado, a lo que comentado que: "Hemos estado colaborando de manera constructiva con las autoridades nacionales de consumidores y con la Comisión Europea para demostrar nuestro compromiso con el cumplimiento de las leyes y normativas de la UE, y seguimos implicados en este proceso para abordar cualquier preocupación. Nuestra prioridad sigue siendo garantizar que los consumidores europeos disfruten de una experiencia de compra en línea segura, fiable y satisfactoria".

No obstante, la Comisión Europea ha solicitado el acceso a información de la empresa electrónica china para continuar con su investigación y “evaluar su cumplimiento de otras obligaciones bajo el derecho del consumidor europeo” en referencia a la presentación de la clasificación y calificación de sus productos. Además, ha señalado que “la red también está investigando si Shein informa a consumidores sobre cómo las obligaciones bajo contrato se comparten entre vendedores externos y Shein”. Por su parte, el comisario de Justicia, Democracia, el Estado de Derecho y la Protección del Consumidor, Michael McGrath, ha afirmado que es el momento para que la empresa minorista china “respete las reglas y alinee completamente sus prácticas con los estándares europeos”.

“Las leyes de protección al consumidor europeas no son opcionales. Tienen que aplicarse en todos los casos”, ha señalado McGrath, añadiendo que el bloque comercial “no huirá de hacer plataformas electrónicas responsables”. La Comisión Europea ha asegurado que Shein “sigue bajo investigación y se le ha solicitado proporcionar más información a la Red de Cooperación de Protección a los Consumidores (CPC)”.

Las críticas hacia Shein

En febrero de este año, la Comisión Europea inició una investigación sobre las prácticas de Shein, donde solicitó el acceso a documentos internos para “tener información más detallada sobre los riesgos vinculados a la presencia de contenidos y productos ilegales”, además de analizar cómo funciona su motor de recomendaciones y “su acceso a datos”. Esta investigación inició por la importación de un valor de 4.600 millones de euros de productos que se clasifican de poco valor -menos de 150 euros-, de las cuales el 91% provenía de China; esto alertó a la comisión porque su valor duplicó al del año anterior.

Sin embargo, el comunicado de este lunes señala que la empresa tiene un mes para “responder a los hallazgos de la Red CPC y proponer compromisos sobre cómo va a abordar los asuntos de derecho del consumidor”. La Comisión europea también ha afirmado que, dependiendo de la respuesta de la empresa, la Red de CPC estará abierta a dialogar con Shein. No obstante, en el caso que no se aborden las violaciones, se “incluye la posibilidad de imponer multas basadas en la factura anual de Shein en los estados miembros de la Unión Europea afectados por las prácticas”.

Esta empresa ha sido fuente de muchas criticas por sus prácticas. En enero de este año, la BBC publicó una investigación que encontró que una parte de sus trabajadores tenían jornadas semanales de 75 horas, lo que viola las leyes laborales chinas. Sin embargo, la empresa respondió afirmando que se “esfuerza para marcar los estándares más altos para los sueldos” y requieren que sus “socios de cadena de proveedores se adhieran” a sus “códigos de conducta”. Además, añadió que “trabajan con auditores para asegurar su cumplimiento”.

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