En política, las coincidencias rara vez lo son. Mientras Pedro Sánchez despliega en la tarde de este miércoles su poder de convocatoria con la cúpula empresarial y sindical en Moncloa, Isabel Díaz Ayuso mueve ficha en otra partida: la de la patronal. Con un gesto más calculado que improvisado, la presidenta madrileña ha decidido apoyar públicamente a Gerardo Cuerva, actual líder de Cepyme, en la pugna interna que se libra contra Antonio Garamendi, quien ya ha elegido candidata alternativa. Así, lo que era una reunión para analizar la coyuntura económica global se ve inevitablemente atravesada por un nuevo pulso entre Gobierno y oposición. Ahora, en clave empresarial.

El presidente del Gobierno ha citado a las 18:00 horas de este miércoles 2 de abril a los presidentes de CEOE y Cepyme, Antonio Garamendi y Gerardo Cuerva, y a los líderes sindicales Unai Sordo (CCOO) y Pepe Álvarez (UGT), para un encuentro que contará también con la vicepresidenta Yolanda Díaz, el ministro de Industria Jordi Hereu, el de Agricultura Luis Planas y el de Economía Carlos Cuerpo. Sobre la mesa, la respuesta de España y la UE a los nuevos aranceles anunciados por la administración Trump, pero también una foto de estabilidad institucional que llega en un momento de claros movimientos tectónicos en el mundo empresarial.

Las críticas al Gobierno de Sánchez, el punto de unión entre Ayuso y Cuerva

La tensión no es menor. Según adelanta 'El Mundo', Ayuso amadrinará la candidatura de Cuerva el próximo 5 de mayo, en un gesto inédito en el ámbito patronal y que ha sido interpretado como una maniobra para incomodar a Garamendi, con quien la presidenta madrileña mantiene una relación distante. El líder de CEOE, por su parte, ha propuesto como relevo a Ángela de Miguel, presidenta de CEOE-Cepyme Valladolid.

Pero el movimiento de la presidenta madrileña no es improvisado ni simbólico: es el epílogo de una estrategia que comenzó meses atrás, cuando Cuerva y su organización difundieron el Manifiesto de la pyme española por la libertad de empresa, un documento en el que se denunciaban las “injerencias” y “medidas intervencionistas” del Gobierno de Sánchez. Según el citado medio, Ayuso se sumó entonces a ese alegato y consolidó una sintonía con el presidente de Cepyme que hoy se traduce en apoyo político explícito.

Ese manifiesto, de hecho, fue el germen de la ruptura con Garamendi, quien siempre ha mantenido una relación institucional con Moncloa marcada por la “lealtad” y la “responsabilidad”. Además, fue el comienzo del distanciamiento entre Cuerva y Garamendi. Mientras el primero intensificaba su discurso contra las políticas económicas de Sánchez, el segundo insistía en mantener una línea de diálogo institucional, lo que terminó por fracturar la unidad patronal. Garamendi decidió entonces apostar por un relevo: Ángela de Miguel. Cuerva, que aún no ha oficializado su candidatura, lo hará el 5 de mayo con el respaldo explícito de Ayuso, convencida de que representa a quienes “hablan por las pymes” frente a lo que califica como una “cobardía” empresarial generalizada.

En el entorno de la presidenta madrileña no se perdona la cercanía de Garamendi con el Ejecutivo, desde su tibieza ante los indultos a los líderes independentistas hasta su firma en la reforma laboral. La tensión ha ido en aumento, con denuncias internas por supuestas injerencias de la CEOE en el proceso y acusaciones cruzadas que han ensuciado la campaña.

Garamendi pide a Ayuso mantenerse al margen

​Las reacciones no se han hecho esperar. Antonio Garamendi ha subrayado la importancia de mantener la autonomía de las organizaciones empresariales y ha expresado su descontento con la intervención política en el proceso electoral de Cepyme, afirmando que "esta es una votación interna, y no es bueno que la política entre en estas cosas". Además, ha defendido la candidatura de Ángela de Miguel, presidenta de CEOE-Cepyme Valladolid, destacando que "llega con muchas ganas de trabajar". ​“Yo soy liberal y no creo en el intervencionismo de nada ni en la mezcla de líquidos […] Lo que necesito yo es más trabajo y menos titulares”, ha subrayado en una entrevista en Onda Cero.

Por su parte, la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha expresado su "respeto" por el proceso interno de Cepyme, pero ha criticado la actitud de la presidenta madrileña. “Ayuso normalmente me sorprende para mal en cuanto a esa obsesión que tiene por intentar erosionar al gobierno de España, pero en este caso yo, desde luego, tengo que respetar, cada organización es autónoma”, ha apuntado.

Con todo, Saiz no ha querido posicionarse al respecto y ha puesto en valor el diálogo social, el papel de sindicatos y patronal para el conjunto de reformas y de "buenas recetas" que está empleando el país para que crezca. "Desde luego un papel fundamental el diálogo social tanto patronal como sindicatos, es el diálogo y el consenso lo que nos lleva también a seguir avanzando contundentemente", ha remarcado.

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