Las crisis, los impuestos, la justicia sí entienden de clases, como todo. Durante la última década millones de españoles ha sufrido los duros golpes de la crisis, pero mientras cientos de miles eran desahuciados, despedidos o condenados a la absoluta pobreza, unos pocos han seguido engrosando su patrimonio. Los ricos españoles con más de 30 millones de euros en patrimonio se han reproducido a gran velocidad entre la miseria de otros y se han duplicado en solo una década: de los 443 de 2012 a los 852 de 2022.

Los últimos datos de la Agencia Tributaria revelan una tendencia que viene de atrás y cuyo punto de inflexión fue el estallido de la burbuja en 2008. A río revuelto, ganancia de los propietarios del dique. La progresión ha sido progresiva y permanente, aumento desde los 443 de hace 14 años a los 471 de 2013, los 508 de 2014, los 549 de 2015, los 579 de 2016 y los 611 de 2017.

En 2018 se produjo un ligero retroceso, hasta los 608, pero este rara avis se revirtió en 2019 con un incremento hasta los 701, que pasó a los 724 en 2020 y en 2021 alcanzó los 831. Los últimos datos suman otros 21 afortunados. Clase media dirán algunos o personalidades trabajadas y meritorias de su herencia, el caso es que la crisis financiera, la pandemia o la guerra de Ucrania que han machacado a la mayoría social, lejos de perjudicarles, les ha beneficiado.

Entre los ricos también existen rangos y, por debajo de los selectos, también existen miles de contribuyentes obligados a pagar impuestos por su patrimonio. Poco más de 230.000 personas deberían haber declarado por un patrimonio total de 864.939 millones de euros, del que resulta una media nada desdeñable de 3,7 millones de euros. Sin embargo, el número de contribuyentes que declararon por este tributo fue de 185.101, por un importe de 1.250 millones de euros.

Cataluña es el territorio que más acumula (87.382), seguida de Comunidad Valenciana (28.009). Los casi 50.000 que faltan fueron indultados por los Gobierno del PP en Madrid y Andalucía. Para que no sufran una discriminación injusta, el Ejecutivo nacional tuvo a bien aprobar otro impuesto, conocido como el de grandes fortunas, para puentear el dumping fiscal. Este pone el foco en aquellos patrimonios superiores a tres millones de euros para que no puedan quedar eximidos por las bonificaciones

Sede social: Madrid

El hogar de los ricos más selectos, con un patrimonio medio por contribuyente de 11 millones, no podía ser otro. Tierra de libertad y paraíso fiscal para ricos, la Comunidad de Madrid no es la que mayor número de ciudadanos declarantes del Impuesto de Patrimonio -aquellos con un patrimonio de más de dos millones- atesora, pero si la que acoge a los que más amasan.

Estos pagan a través del Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas (ITSGF) establecido por el Gobierno y sin el que 10.342 ricos con más de tres millones en patrimonio se habrían librado de tributar gracia a los favores de Isabel Díaz Ayuso. Este miércoles, el Gobierno central anunciaba que iría más allá y elevaría la fiscalidad "a quienes ya tienen en el banco suficiente dinero para vivir 100 vidas". “Los niveles de desigualdad de oportunidades, renta y patrimonio son injustos y excesivos porque responden a un sistema de privilegios heredados”, añadía el jefe del Ejecutivo.