Renfe ha decidido tomar el control del mantenimiento de sus nuevos trenes y aumentar su presencia en Tarvia. Es decir, en la empresa que mantiene de forma conjunta con la ferroviaria Talgo. En concreto, Renfe vigilará el mantenimiento de los Avril S106, los trenes nuevos que desde el 21 de mayo de este 2024 ya registran cerca de unas 500 incidencias. Para ello, ha colocado a dos de sus directores de ingeniería y mantenimiento en Tarvia, así como ha impulsado un turno de trabajo extra nocturno, lo que ha permitido reparar ya siete de estos trenes. Eso sí, Talgo tiene el 51% de esta empresa y Renfe el 49%, de forma que la fabricante ferroviaria sigue al ando de esta compañía. 

Gracias a la reparación de dichos trenes, Renfe cuenta ya con 18 convoyes circulando por sus vías. "Nos está permitiendo hacer más de 30 servicios al día", han indicado desde Talgo. Así, cada día se moverían unos 19.000 viajeros en total. Eso sí, aún falta que se reparen cuatro de los nuevos trenes S106 y la empresa fabricante de trenes todavía le debe a Renfe otros ocho trenes, de los cuales se desconoce aún cuando podrían estar a disposición de la compañía pública de ferrocarriles. 

El conflicto entre Talgo y Renfe, fruto de una gran avería

EL pasado 5 de agosto se produjo una gran avería en uno de los trenes que viajaba entre Valencia y Madrid. En consecuencia, 494 personas se quedaron atrapadas durante cerca de dos dos horas en el interior de uno de los convoyes, donde no tuvieran ni aire acondicionado para soportar las altas temperaturas ni luz, con lo que varios de estos pasajeros rompieron algunas de las ventanas del tren. Asimismo, algunos de ellos necesitaron asistencia médica a su llegada a la capital. Renfe ha calculado que el coste consecuente de esto podría ser de unos 390.000 euros a abonar a los 11.768 pasajeros de los 34 servicios afectados. 

Así, este fue el pistoletazo de salida del conflicto por estos trenes entre Renfe y la fabricante de los trenes, Talgo. Eso sí, no es el único motivo detrás de este. Antes de la propia puesta en marcha de los convoyes, la segunda compañía se retrasó cerca de dos años en su entrega de los nuevos trenes. La entidad estatal le reclamó, en consecuencia, unos 116 millones de euros, a los que debían unirse otros 50 millones de euros por lucro cesante y unos 80.000 euros por todos y cada uno de los días que se retrasase la entrega desde el 1 de abril de este año, a modo de indemnización. La entrega se hizo el 11 de abril y los trenes comenzaron a funcionar el pasado 21 de mayo, en el servicio de Asturias y de varias ciudades en Galicia.

Desde entonces, Renfe ha cifrado en 479 el número de incidencias que ocurrieron con estos trenes. Del total, 28 superaron la hora y 14 requirieron del rescate de los pasajeros. Asimismo, a esto hay que sumar otro incidente de este martes 13 de agosto, que supuso un retraso de 70 minutos en un convoy entre Valencia y Madrid, aunque este no fue tan grave y se puedo resolver. 

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, aseguró en una entrevista en RNE que Talgo ya "se ha puesto las pilas" y en Renfe indican que la situación ha mejorado. Aun así, la compañía estatal pidió formalmente al fabricante ferroviario que cese al director general de Tarvia.

Los sindicatos protestan por las condiciones de los nuevos trenes

El pasado 15 de julio, el sindicato CGT remitió una carta al presidente de Renfe, Raúl Blanco, en el que explicaba varias de las quejas de los trabajadores por las condiciones de los trenes Avril S106. Por ejemplo, algunos de los comentarios reincidentes inciden en un "olor bastante desagradable" en la mayoría de los baños e los trenes o que, en los cambios de cabina, "el tren se apaga totalmente, quedándose a oscuras durante unos minutos". 

De igual forma, otras de las quejas de estos trabajadores se refieren al intenso ruido en el interior de varias zonas de los convoyes, así como que los ingenieros de Talgo que había en cada tren fueron sustituidos por personal subcontratado de Alsa Rail. Desde Renfe aseguran, sin embargo, que esto último ya se ha solventado.