La operadora francesa de telecomunicaciones Orange obtuvo un beneficio neto atribuido de 1.954 millones de euros en el conjunto de 2018, lo que equivale a un incremento del 6% en comparación con el ejercicio precedente, según ha informado la compañía.

La facturación entre enero y diciembre se situó en 41.381 millones de euros, lo que se corresponde con un avance del 1,3%. Francia se mantuvo como el principal mercado de Orange, tras contabilizar unos ingresos procedentes de ese país de 18.211 millones de euros, un 0,9% más. En segundo lugar se situó España, donde la operadora alcanzó una cifra de negocio de 5.349 millones de euros, lo que supone un avance del 2,3%. Los ingresos procedentes del resto de Europa crecieron un 2%, hasta los 5.687 millones de euros, mientras que los originados en África y Oriente Próximo se situaron en 5.190 millones de euros, un 3,2% más.

La facturación de servicios a empresas avanzó un 0,6%, hasta situarse en 7.292 millones de euros, y los ingresos procedentes de los servicios compartidos y prestados a operadores extranjeros cayeron un 7,1%, hasta 1.534 millones de euros. Con respecto a la base de clientes, Orange cerró el año pasado con un total de 10,9 millones de clientes convergentes, un 5,5% más que el año anterior en términos comparables. Asimismo, los de telefonía móvil avanzaron un 0,6%, hasta 203,6 millones de usuarios, mientras que los clientes de banda ancha fija se situaron en 20,1 millones, un 3,9% más.

"2019 será otro año de crecimiento, además de un año crucial para el grupo, durante el cual presentaremos nuestro plan estratégico 'Vision 2025'", ha detallado el presidente y consejero delegado de Orange, Stéphane Richard.