La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha publicado este martes su informe periódico en el que analiza la marcha de las economías avanzadas y, una vez más, España destaca entre las demás. El think tank prevé que el Producto Interior Bruto (PIB) del país crezca un 2,4% este año y un 1,9% el que viene, ubicándolo a la cabeza de occidente. Este avance, impulsado por el consumo privado, estará “respaldado por un mercado laboral sólido, el aumento de los ingresos reales y la caída de la inflación”, certifica el organismo.
En materia fiscal, anticipa que el déficit se reducirá al 2,8 % del PIB en 2025 y al 2,3 % en 2026, “impulsado por un sólido crecimiento económico”. Asimismo, la OCDE espera que la inversión aumente durante estos dos cursos, “impulsada por la reducción de los costes de financiación y la aplicación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR)”. La mala nota la ponen las exportaciones, que aminorarán su crecimiento, situación de la que el organismo culpa a los socios comerciales de España y su “débil demanda”, a la “creciente fragmentación comercial” y al “efecto moderador de los aranceles estadounidenses”.
No obstante, no cree que estas situaciones supongan un verdadero riesgo para la economía española. “Los riesgos para el crecimiento económico se inclinan a la baja, incluyendo la escalada de las tensiones geopolíticas y comerciales, nuevos aumentos arancelarios a las exportaciones de la Unión Europea (UE), el aumento de la incertidumbre y el endurecimiento de las condiciones financieras mundiales”, recoge el think tank de las economías avanzadas en su informe.
“En un contexto internacional marcado por la revisión a la baja de las previsiones económicas a nivel mundial por la incertidumbre y el impacto del nuevo entorno comercial internacional, España seguirá liderando el crecimiento entre las principales economías europeas”, celebran desde el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa. “Un crecimiento que se mantendrá elevado en 2026, impulsado ambos años por el consumo privado, la creación de empleo y el mayor dinamismo de la inversión”, añaden desde la cartera liderada por Carlos Cuerpo, poniendo también en valor la reducción del déficit y la deuda pública.
La mejora de la materia fiscal comprometida por el Gobierno vendrá dada por un menor crecimiento del gasto, “debido a la eliminación gradual de los subsidios al transporte pública”; y las medidas de apoyo destinadas a paliar los efectos de la DANA que asoló Valencia, que “impulsarán los esfuerzos de consolidación”. Con todo, la OCDE considera que la deuda pública bruta se situará “en una tendencia a la baja”.
Por encima de Europa y EEUU
Las estimaciones del organismo internacional se han reducido dos décimas para España, pasando del 2,6% al 2,4%, pero el país ha amortiguado mucho mejor que sus competidores los efectos de la inestabilidad internacional y sigue a mucha distancia. Muestra de ello es que la zona euro crecerá en 2025 un 1% y un 1,2% en 2026, muy por debajo del 2,4% y 1,9% español. La diferencia con los principales socios será más grande, dado que Francia e Italia avanzarán un 0,6% este año, 1,8 puntos menos, y Alemania un 0,4%, dos puntos por debajo;
En 2026, la diferencia será similar y crecerán un 0,9% Francia, un 0,7% Italia y un 1,2% Alemania. Más allá de Europa, España también lidera. Estados Unidos ha visto también rebajarse sus previsiones y espera un crecimiento del 1,6% este año, ocho décimas por debajo de España, y un 1,5% el que viene, cuatro pun tos menos. Por encima de todos aparece China, con un 4,7% en 2025 y un 4,3% en 2026. No obstante, todo dependerá del contexto internacional y de las políticas económicas.
"En los últimos meses, hemos observado un aumento significativo de las barreras comerciales, así como de la incertidumbre en torno a las políticas económicas y comerciales", advierte la OCDE. "Existe el riesgo de que el proteccionismo y la incertidumbre en torno a las políticas comerciales se agraven aún más y de que se introduzcan barreras comerciales adicionales", añade.