Los bolsillos de los españoles sufren desde hace tres años el efecto de la inflación, que ha golpeado especialmente a bienes y servicios de primera necesidad. Este martes, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado la tasa de julio, que ha experimentado la mayor caída del año y se ha vuelto a situar por debajo de la barrera del 3%. Más allá del índice general, lo más relevantes son los grupos que han reducido sus precios y han propiciado esta rebaja, aquellos que más han castigado a los hogares: la luz y los alimentos.

El Índice de Precios de Consumo (IPC) ha experimentado subidas y bajadas intercaladas a lo largo de los meses; sin embargo, primero la luz y luego los alimentos se han mantenido al alza de forma continuada, ignorando las oscilaciones. Sin embargo, las tendencias se han revertido progresivamente y con la factura de la luz más o menos normalizada, aspecto vital en pleno verano, ahora es la cesta de la compra la que parece sucumbir a la normalización de los precios.

El dato definitivo será publicado por el organismo estadístico el próximo 13 de agosto, momento en el que se conocerán los datos desgranados de cada producto, pero el adelanto es halagüeño. Así, el INE ha anticipado que la caída de seis décimas responde, “principalmente”, al retroceso de los precios de la electricidad, que es mayor que al registrado el pasado año; a la bajada de los precios de la alimentación, que en el mismo mes de 2023 se encarecieron; y, aunque en menor medida, a los precios del ocio y la cultura, cuyos precios suben, pero menos que en el mismo mes del año anterior.

La estadística ha sido recibida con gran satisfacción en el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, que han celebrado el descenso y han puesto en valor las políticas aplicadas para su consecución. “La inflación baja seis décimas en el mes de julio, hasta el 2,8%. La inflación subyacente también ha seguido reduciéndose y se sitúa en el 2,8%. En este buen comportamiento han sido claves la bajada de los precios de la electricidad y también la de los alimentos”, ha trasladado Carlos Cuerpo, titular de la cartera económica.

Esta caída llega un mes después de la ampliación de la reducción del IVA a los alimentos de primera necesidad y la inclusión del aceite de oliva en este selecto grupo. El pan, los huevos, la leche, las legumbres, la verdura o la fruta ya se encontraban bonificados desde hace más de un año (IVA 0%) y, desde julio, el aceite ha entrado en la lista. La rebaja ha sido ampliada hasta el 30 de septiembre y el Gobierno defiende el efecto de esta política, pese a que las asociaciones de consumidores aseguran que es absorbida por los grandes supermercados.

Otras variables inflacionarias

La progresión de los precios ha afianzado su senda de bajadas en el mes de julio. Después de tres subidas consecutivas que llevaron al Índice de Precios de Consumo (IPC) hasta el 3,6% de mayo, valor más alto desde abril de 2023, en junio se consiguieron reducir dos décimas y, un mes después, una fuerte caída de seis décimas ha confirmado el cambio de tendencia. El 2,8% registrado devuelve al país a los valores del curso pasado, destacando además los subgrupos que se reducen por su afectación a los hogares: alimentos y electricidad.

Por su parte, la evolución mensual registra una caída de medio punto, la mayor de 2023 y 2024, y se aleja del incremento del 0,3% registrado en junio. La inflación subyacente -aquella que no incluye los alimentos no elaborados ni la energía- también ha dado buenas noticias y, aunque en menor medida, se ha rebajado dos décimas, dejando la tasa en el mismo nivel que el índice general. Por último, el valor armonizado, al que atiende Bruselas para elaborar sus estadísticas, ha sido la que más se ha rebajado, siete décimas interanuales e intermensuales, situándose en el 2,9%.