Desde que el pasado 1 de junio entró en vigor en España la nueva factura de la luz, con cambios significativos para los consumidores y su bolsillo. El nuevo modelo de factura eléctrica afecta a los consumidores que se encuentren bajo la modalidad de Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC), la tarifa más económica y más habitual en el territorio nacional. Pero esto ha quedado neutralizado por los desorbitados precios que está experimentando la luz, superando los 200 euros.

El principal cambio en la tarifación es que se regula de forma horaria. Es decir, no cuesta lo mismo poner la lavadora en el tramo más caro, entre las 10 y las 14 horas, que hacerlo en la tarifa más barata, entre las 00 y las 8 horas.

Estos son los tres tramos horarios que debes conocer para no llevarte sorpresas en la factura de la luz al final de mes:

  • Tramo punta. Entre las 10 y 14 horas y las 18 y 22 horas, es el tramo horario más caro según el precio de la luz
  • Tramo llano. Entre las 8 y 10 horas, las 14 y 18 horas y las 22 y 24 horas, tiene un coste intermedio en la factura eléctrica
  • Tramo valle. Entre medianoche y las 8 horas, es la tarifa más barata en el precio de la luz para los consumidores

Estos tramos solo afectan al precio de la luz de lunes a viernes ya que, según el nuevo modelo, la tarifa valle se aplica durante las 24 horas de los fines de semana y días festivos.

Con esta división, poner la lavadora, el lavavajillas o cualquier otro electrodoméstico es más barato los fines de semana, al igual que ver la televisión. En caso de no ser posible, lo recomendable para abaratar la factura es hacerlo por la noche, entre la medianoche y las 8 horas, en el tramo valle del precio de la luz.

En el caso de Ceuta y Melilla, los tramos horarios son algo diferentes. Así, la hora punta va de 11 a 15 horas y de 19 a 23 horas; la hora llana de 8 a 11 horas, de 15 a 19 horas y de 23 a 24 horas, y la hora valle ocupa desde la medianoche hasta las 8 horas.

El objetivo es incentivar el traslado del consumo eléctrico desde las horas punta, o de máxima demanda eléctrica, a horas valle, menos saturadas y con menor demanda por parte de los consumidores. En último término, el fin es bonificar el ahorro energético, el consumo eficiente y el autoconsumo.