La dimisión de dos de los tres representantes que la familia Martínez Sampedro tenía en el consejo de administración de Codere, la empresa de la que es colaborador externo y asesor global de relaciones institucionales el exministro del PP Rafael Catalá, ha disparado la tensión entre la fundadora de la multinacional del juego y dueña del 18,5% del capital y los fondos que controlan la casa de apuestas.

Así lo recoge La Razón, que señala que, aunque ambos han aducido "razones personales", la verdadera razón tendría que ver con "con el resultado de la investigación abierta por las "inconsistencias contables" detectadas en las filiales de Suramérica, de las que culpaban directamente a la dirección de los fondos que controlan la compañía – Silver Point, Contrarian y Abrams–, y cuyas sospechas podrían extenderse a otros departamentos".

Fuentes de la dirección, no obstante, indica el citado medio, lo niegan y ligan la marcha a desavenencias con la familia a la que representaban.

El vínculo entre Catalá y el gigante del juego

Catalá fichó por la casa de apuestas Codere en junio de este año como colaborador externo y asesor global de relaciones institucionales. Antes, sin embargo, el que era secretario de Estado de Infraestructuras del ministerio de Fomento con Ana Pastor al frente de esa cartera cuando ocurrió el accidente del Alvia, ya había trabajado para esta empresa. Ejerció de secretario del consejo de administración entre los años 2005 y 2011. Retomó el vínculo hace unos meses, sin que Pablo Casado adoptase medida alguna en relación a su puesto en la directiva del PP. El líder de los populares lo mantuvo como secretario de Justicia. 

 El escándalo que salpica a día de hoy a Codere, no parece afectar a Catalá, que, por el momento, se mantiene como colaborador externo y asesor global de relaciones institucionales.

Meses de tensión

Alberto Manzanares Secades dimitió el 7 de octubre, antes de que se conociesen las presuntas irregularidades y Fernando Sempere Rodríguez esta misma semana, por lo que a la familia Martínez Sampedro solo le queda Pío Cabanillas como voz en el Consejo.

En junio, la junta general de accionistas aprobó el nombramiento de Manzanares y de Sempere en sustitución de los hermanos Martínez Sampedro, al tiempo que ratificó a Norman Sorensen como presidente. La decisión no gustó a los fundadores, que acusaban a Sorensen "de falta de neutralidad y de perjudicar sus intereses".

Presentaron entonces en la CNMV una demanda que obligara a los fondos que controlan el grupo de juego a lanzar una opa sobre el 100% de su capital social. El supervisor bursátil la admitió a trámite, al corroborar que Silver Point, Contrarian y Abrams tienen una participación conjunta que supera el 30% del accionariado, lo que les obligaría a hacerse con el resto de la compañía.

Indica La Razón que, según el resultado preliminar de la investigación de un asesor independiente contratado por los fondos, los errores contables detectados en los resultados de las filiales de Panamá, México y Colombia no contradicen, "de momento", la información proporcionada por la compañía y se refieren solo al primer semestre de este año. La empresa de juego señaló que estas "inconsistencias" tendrían un impacto máximo de entre 13 y 18 millones de euros en las cuentas hasta junio y reducirían sus expectativas de ebitda (beneficio bruto de explotación), ajustado para el ejercicio completo en unos 20 millones de euros.

La investigación sigue abierta y se prevé que las conclusiones se hagan públicas antes de que finalice este año.