Este martes se daba por hecho el acuerdo entre Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT) entorno a una propuesta de subida salarial que presentar a la patronal en el marco del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC). La rueda de prensa en la que los secretarios generales de ambas organizaciones, Unai Sordo, por parte de CCOO, y Pepe Álvarez, representando a UGT, tenían pensado desvelar los puntos del acuerdo ya estaba agendada para este miércoles. Sin embargo, diversas filtraciones a los medios de comunicación en las horas previas a la presentación oficial han dinamitado el acuerdo entre los sindicatos.

“Ante la filtración que se ha producido sobre la propuesta para el AENC antes de que la finalizáramos en todos y cada uno de los aspectos, y por lo tanto sin cerrar, hemos considerado oportuno suspender la rueda de prensa convocada para el 1 de marzo”, trasladaban ambos sindicatos a altas horas de la noche. Como sucede siempre en estas situaciones, ninguna de las partes reconoce la autoría de la filtración y aseguran estar sorprendidas y consternadas por la revelación de puntos que, aseguran, aún no estaban cerrados.

Nadie dice saber nada, pero la cuestión es que la propuesta conjunta de revalorización salarial se ha retrasado sin fecha futura notificada y tan solo se conocen por el momento los detalles filtrados por varios medios de comunicación. Reniegan los sindicatos de confirmar la veracidad de las informaciones publicadas, aunque tampoco desmienten tajantemente su contenido. “Todavía no estaba definido el acuerdo en su totalidad”, trasladan fuentes sindicales, “queríamos esperar hasta los momentos previos a la reunión para tenerlo todo cerrado”, añaden.

Propuesta filtrada

El documento conjunto en el que se contemplan los puntos que las organizaciones sindicales a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) contemplaba una subida de los salarios del 4,5% para el presente año, de la misma cuantía para el próximo y de aproximadamente el 4% para el curso 2025, según la información publicada por La Vanguardia. Otras informaciones, como las publicadas por ElDiario.es y la Cadena Ser, comparten las mismas cuantías de revalorización, pero no los periodos temporales. En este caso, aseguran que la subida del 4,5% se enmarca en el año 2022, que se aplicaría de forma retroactiva, y en el año vigente, pasando a asumirse el incremento del 4% en 2024.

En lo que sí coinciden las informaciones publicadas es en el planteamiento de las cláusulas de revisión salarial, pensadas para salvaguardar el poder adquisitivo de los trabajadores. Esta iniciativa ya fue trasladada, a modo de órdago a la patronal, por Sordo, que revelaba la predisposición de CCOO a contemplar los beneficios empresariales, conjuntamente con el valor del Índice de Precios de Consumo (IPC), como variable determinante para el cálculos contemplado en las cláusulas. El peso porcentual de ambas cuestiones sería del 50%, según los datos adelantados por diversos medios.

“Es lo que dice la CEOE que hay que hacer, pues asumimos el reto. Dotémonos de un índice para que en las mesas de negociación colectiva tengamos información real de la situación de las empresas”, adelantó Sordo el pasado 12 de enero. Así, desde CCOO lanzaban el órdago a las patronales, abriéndose a ligar parte de las cláusulas de revisión salarial de los convenios a la marcha económica de las empresas. “Real, la marcha económica real de las empresas”, aclaraba Sordo, para ironizar posteriormente que no sería aceptable el procedimiento de “me chupo el dedo y lo saco para ver por dónde da el viento y digo esta empresa o sector va bien o mal”.

Esta propuesta busca desbloquear la mesa de negociación de la que, según aseguran los sindicatos y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, la CEOE se levantó el 5 de mayo del pasado año. Las principales discrepancias de aquellas negociaciones giraban en torno a la cláusula de revisión salarial que terminó por acabar con las negociaciones y con la posibilidad de alcanzar un acuerdo que dotase a los negociadores de convenios de ambas partes de un marco de referencia salarial para varios ejercicios. La parte patronal mostró desde el primer momento su negativa a aprobar una subida que, a su vez, contemplase una cláusula referida a que revalorización sería mayor a la acordada si esta se encontraba por debajo del IPC.

En aquellos momentos, la inflación marcaba sus valores más elevados, por encima del 10%; sin embargo, el asentamiento de cifras más bajas y estables y la incursión de la variable beneficios empresariales propuesta por los sindicatos puede reavivar la negociación. Para ello, las organizaciones sindicales piden ayuda al Gobierno para la definición de un índice o estadística “incontrovertible” que muestre la evolución económica de cada empresa o sector en el ejercicio anterior. Su creación, aseguran, es muy sencilla, “más en tiempos del big data”.