La inflación de la eurozona se mantiene por debajo del 3%, pese a haber experimentado un leve repunte con respecto al mes anterior. Eurostat -oficina estadística europea- ha confirmado que el conjunto de veinte países que comparten el euro como divisa común cerraron el 2023 con un Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) del 2,9%, medio punto por encima del valor de noviembre, pero reeditando su segundo valor más bajo en dos años. Con esta tesitura, el Banco Central Europeo (BCE) se reúne de nuevo la próxima semana para tomar una decisión sobre los tipos de interés.

El organismo presidido por Christine Lagarde estableció un objetivo inflacionario del 2% y, si bien las subidas se detuvieron en octubre, todo apunta a que habrá que esperar varios meses para que se produzcan los primeros descensos. El precio del dinero se sitúa en estos momentos en valor más alto de su historia, el 4,5%, que alcanzó el pasado 14 de septiembre. Desde entonces, las dos reuniones posteriores del Consejo de Gobierno del BCE han optado por mantener estancados los valores y esperar a que la inflación se reduzca en mayor medida.

El contexto internacional, marcado por el genocidio israelí y la crisis de suministros derivada del conflicto del Mar Rojo, amenazan la estabilidad económica; sin embargo, la eurozona continúa marcando una senda estable de reducción. El frenazo de diciembre responde, principalmente, a la menor reducción del coste de la energía, que en noviembre se desplomaba a un 11,5%, y al encarecimiento de los alimentos no procesados, que presentó un avance más fuerte en el último mes del pasado año.

La tasa subyacente, que excluye el impacto de la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco se sitúa en el 3,4%, dos décimas por debajo del mes anterior. Los alimentos se reducen al 6,1%, mientras que la energía asciende al -6,7% y los servicios se estancan en el 4%. Así, mientras la energía aporta un -0,68%, los bienes industriales no energéticos un 0.66% y la comida, el alcohol y el tabaco en un 1,21%; son los servicios los que marcan una mayor contribución a la inflación del mes, con un 1,74% del porcentaje total.

Diez países cumplen el objetivo del BCE

La evolución inflacionaria se traslada cada vez a más economías de la zona euro y de la Unión Europea (UE), donde la tasa es algo mayor y se sitúa en el 3,4%. De entre los Veintisiete, diez Estados cumplen con el objetivo del BCE y sitúan su índice armonizado por debajo del 2%, pero un total de once han incrementado su porcentaje en comparación con el mes anterior. Dinamarca es la economía que mejor cerro el pasado año, con una tasa del 0,4%, seguida de Bélgica e Italia (0,5% ambas) y Letonia (0,9%).

Ya por encima de la barrera del 1% aparecen Países Bajos, que clava la tasa, Finlandia (1,3%), Lituania (1,6%), Chipre, Portugal y Suecia (las tres con un 1,9%). Entre la media de la zona euro (2,9%) y de la UE (3,4%) se sitúan Irlanda, Luxemburgo y España, con un 3,2% en los dos primeros casos y un 3,3% en la economía española. La peor situación del conjunto la atraviesa República Checa, que marca un elevado 7,6%, por delante de Rumania 87%) y Eslovaquia (6,6%), que completan el vagón de cola.

Las estimaciones de S&P Global Ratings apuntan a que la inflación de la zona euro no volverá al 2% antes de 2025, mientras que asegura que el BCE empezará ya este año a recortar los tipos de interés en 75 puntos básicos. Mientras, entre las grandes economías, destaca Italia con la inflación más baja, después de haber pasado del 0,6% de noviembre al medio punto de diciembre. No obstante, el resto de países de este selecto grupo no atraviesan una situación tan positiva, siendo España la siguiente en aparece con un 3,3%, manteniendo estable su tasa entre los dos meses.

El motor germano continúa gripado y, tras haber conseguido una gran reducción hasta el 2,3% en el penúltimo mes de 2023, ha sufrido una subida de un punto y medio y se ha catapultado hasta el 3,8%. En menor medida, Francia también ha sufrido un acenso para cerrar el curso y ha pasado del 3,9% al 4,1%.

Atendiendo a las medias, el diferencial español se sitúa en el entorno del conjunto de los Veintisiete, una décima por debajo concretamente, pero se mantiene cuatro décimas por encima de lo registrado de media en zona euros. La economía española ha conseguido frenar los aumentos, aunque se mantiene lejos del 2,1% marcado en julio, el mínimo de estos últimos años.