El Ministerio de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones ha presentado a los agentes sociales su propuesta para reformar el sistema de pensiones, en el que incluye una reducción entre el 21% y el 2,8% en las jubilaciones anticipadas voluntarias, tal y como adelanta El País. El objetivo de la reforma pasaría entonces por aumentar la permanencia de los trabajadores en el mercado laboral.

Para ello, el departamento de Seguridad Social plantea una combinación de incentivos y desincentivos que ayuden a alcanzar el objetivo. Uno de ellos pasa por endurecer las penalizaciones de aquellos trabajadores que se jubilen de forma anticipada voluntariamente, especialmente en los dos primeros meses que pueden hacerlo antes de llegar a la edad legal.

En este caso, la rebaja sobre la pensión podría aumentar hasta el 21% desde el 16% actual. En los años siguientes, la rebaja sería menor que la actual y llegaría hasta al 2,81% para aquellos trabajadores que han cotizado más de 44,5 años y adelantan su jubilación antes del límite legal. En el lado opuesto, las modificaciones sobre el retiro en la modalidad forzosa beneficiarán a los afectados.

La jubilación anticipada tiene dos vertientes en el sistema español actual. Por un lado, la jubilación voluntaria, a la que se puede acceder dos años antes de la edad legal en caso de haber cotizado durante 35 años y estar dado de alta en la Seguridad Social.

Por otro lado, la segunda opción es la jubilación forzosa, que permite jubilarse cuatro años antes de la edad legal y en la que el trabajador debe haber cotizado 33 años y haber sido despedido, ya sea a través de un ERE o en caso de quiebra de la empresa. A pesar de las diferencias, en ambos casos la pensión se reduce sobre lo que teóricamente correspondería.

Restar actractivo a la jubilación anticipada voluntaria

La Seguridad Social pone el foco en la jubilación anticipada voluntaria, con cambios para hacerla menos atractiva. Uno de ellos es el aumento de las penalizaciones para aquellos trabajadores que optan por dicha vía.

Así, aquellos trabajadores con menos de 38,5 años de cotización que decidan jubilarse de forma anticipada dos años antes de su edad legal perderán un 21% de su pensión. El porcentaje irá disminuyendo de forma mensual, frente a la disminución trimestral actual. Los coeficientes reductores afectarán a aquellos trabajadores que opten por la jubilación anticipada 24 o 23 meses antes del límite legal.

En el lado opuesto, los coeficientes reductores son menores a partir de los 22 meses de jubilación anticipada, con un cambio hasta el 14,67% y no en el 16% actual. Algo similar ocurre en el caso del tiempo de cotización, a los trabajadores con una cotización de entre 38,5 años y 41,5 años se les aplicaría un coeficiente reductor del 19% en el mes 24 y del 16,5% en el 23, según los cálculos de El País, frente al 15% actual.

Más allá de estos ejemplos, el sistema incluye una excepción para aquellos trabajadores que tienen derecho a la pensión máxima tras haber cotizado por encima de la base máxima durante su carrera laboral. En este caso, cuentan con una reducción que puede quedarse en el 4% y no en el 16% general.

Por otro lado, la reforma plantea la propuesta de restringir la posibilidad de que los convenios laborales incluyan cláusulas de jubilación forzosa, aquellas que permiten a las empresas despedir a sus trabajadores que cumplen la edad legal de jubilación si tienen derecho al 100% de la pensión que les corresponde. Aquí, Seguridad Social quiere permitirlas solo para los empleados de 68 años o más.