Open Room es la nueva comunidad digital de Repsol, centrada en la transición energética y abierta a la participación de todos los actores sociales, desde instituciones hasta empresas o expertos del sector. La Fundación Repsol ha presentado su nueva plataforma en un evento dirigido por el periodista Vicente Vallés y en el que ha estado presente el CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, y el propio presidente de la compañía, Antonio Brufau.

El consejero delegado de la compañía ha presentado el nuevo producto con el objetivo de “crear una red, una comunidad digital que pueda profundizar en este debate”. Es decir, que permita avanzar en la transición energética de la sociedad, uno de los puntos clave de Repsol, que se ha marcado el objetivo de llegar a cero emisiones netas en 2050. Una transición energética que Imaz quiere centrar en las capacidades digitales y en la creación de empleo de calidad.

El presidente de Repsol, Antonio Brufau, también ha avanzado los principales hitos y retos de la compañía en aras de avanzar en la transición energética, con un mensaje muy claro: “Tenemos que ser muy pragmáticos”. En los primeros momentos de su intervención Brufau ha pasado al ataque y ha lanzado una crítica a China por sus altos niveles de emisiones: “Hay actores que no están en la foto”.

Así, apuesta por una gobernanza global, ante la que asegura: “No sirven las cumbres, hay que obligar, evidentemente con sus niveles de desarrollo y los niveles de necesaria ayuda”. “El CO2 es planetario, no es nacional”, recalca el presidente de Repsol. Y es que Open Room no nace con el objetivo de impulsar la transición en España, sino que aboga por hacerlo también en Europa.

En pocas palabras, Repsol busca “una transición energética justa, igualitaria y sostenible”, según Josu Jon Imaz, y lo hará a través de Open Room. “Transición es transitar, no es cambiar radicalmente un modelo. Tiene que ser una transición ordenada y no un cambio disruptivo”, explicaba minutos después el presidente de la compañía. Para ello, asegura que la sociedad tendrá que entender la complejidad de los cambios y adaptarse a los costes.

Brufau culpa a los especuladores de la subida de la luz

En esta línea se ha pronunciado sobre el impacto que la subida del precio de la luz en el mercado mayorista está teniendo en la sociedad, de la que ha culpado a los especuladores financieros, "gente que juega con las posiciones en largo" de los costes de emisión de CO2, según el directivo, más allá de las directrices de la Unión Europea. 

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Asimismo, ha hecho un llamamiento a la clase política para que “entiendan que sus decisiones tienen consecuencias socioeconómicas”. Ante esto, cree que los jóvenes estarían más dispuestos a pagar para hacer frente a una situación de menores emisiones pero los mayores dirían que no, “seguramente” por no haberse explicado bien, ha contestado Brufau a la pregunta de Vallés.  

“La transición llevará un coste y de una forma justa lo tiene que pagar el consumidor, las empresas y los Gobiernos. Si asumimos este coste, el objetivo es imparable. Por más que nos cueste llegar al objetivo de cero emisiones en 2050 lo vamos a hacer porque habrá otras oportunidades a medio plazo”, ha explicado.

“El tema de la energía está en la vida de todo el mundo, no solo el precio del kilovatio hora”, asegura el presidente de Repsol. Así, ha presentado Open Room: “No se trata de la hoja de ruta de Repsol, es una voz independiente. Nos encanta y nos complace ayudar a financiar los estudios de investigación para poner el debate independiente, más conscientes de la importancia, de los retos y costes”.

La plataforma ha celebrado más de un centenar de eventos en lo que va de año, con la participación de representantes nacionales e internacionales, instituciones académicas o asociaciones. Ahora, pretende continuar con debates sobre aspectos como movilidad sostenible, transformación urbana, movilidad conectada, fondos Next Generation UE, posibilidades del hidrógeno, economía circular, energías renovables, regulación o neutralidad climática. “La energía, más que nunca, está presente en toda conversación”, reza el video promocional de la nueva Open Room.

El hidrógeno, protagonista indiscutible de la transición energética

La nueva comunidad digital contará con la experiencia de algunos de los expertos y directores de Cátedras de Repsol repartidos por las diferentes universidades españolas. Es el caso de personalidades como Mariano Marzo, Óscar García, José Ignacio Linares o Tomás Gómez, que han explicado algunos de los principales retos en una mesa redonda durante la presentación.  

Moderado por Adriana Orejas, en este debate han aparecido sendos mensajes que van desde el uso del hidrógeno como combustible hasta incluso el precio de la electricidad. El principal punto de la transición de Repsol, el hidrógeno, ha sido sin duda el centro del debate.

“El hidrógeno es el elemento más abundante en la naturaleza”, comenzaba la moderadora, mencionando el impulso para los viajes y carreteras. “Hay que limitar el cambio climático y asegurar un suministro estable y asequible” -ha explicado- “lograr el acceso universal acompañado de un crecimiento económico sólido”.

Sin embargo, se trata de tecnologías que, a día de hoy, no están todavía implantadas. Es aquí donde surge el debate de cómo avanzar en su popularización, y por ende en la descarbonización. El objetivo está claro y los expertos coinciden: desplegar nuevas tecnologías con el uso del carbono, lo que conlleva también una mitigación y reducción de emisiones. Para ello, apuestan por la economía circular, tanto de materiales técnicos y biológicos.

Nuevos conceptos a debate: “Bioeconomía”

En este ámbito surge la “bioeconomía”, un nuevo modelo económico centrado en la sostenibilidad, en el desarrollo de las energías renovables y en la reducción del uso de materiales. “La parte económica está muy bien pero hay que socializarlo” -apuestan los expertos- “No se sabe dónde vamos a estar en 2050 pero los cambios sociales serán muy importantes”.

En esta línea ha querido incidir el propio presidente de la compañía, Antonio Brufau, que avanza que las Administraciones Públicas serán quienes tengan que dar subvenciones o realizar ciertos cambios en el modelo fiscal para que la transición llegue a los ciudadanos. “¿Qué ciudadano europeo puede comprarse un Tesla? Habrá que llegar a ello a través de ayudas y medidas”, reclama el presidente.

El hidrógeno parece la gran solución para avanzar en la transición energética pero presenta un problema inicial y es que, por el hecho de no ser un combustible tradicional, tiene que producirse. Es decir, no surge por sí mismo. “Es un vector que hay que producirse” -explican- “Es necesaria la tecnología para producirlo”.

Una de las oportunidades claves para aprovechar el impulso al hidrógeno es el coche eléctrico, funcionando ya con baterías y popularizado a ciertos niveles. Aquí, José Ignacio Linares, uno de los expertos participantes en la mesa redonda, asegura que “ya hay un vehículo comercial con pila de combustible”. Incluso prevén que la popularización de los vehículos híbridos en turismos derive también hacia los vehículos pesados.

Tanto en este como en otros muchos aspectos las empresas tienen un papel clave en la transición energética. “No pueden avanzar solas en esta transición”, coinciden los expertos, que hacen un llamamiento a todos los agentes sociales, “incluida la Administración para que tire del carro”. Y no olvidan uno de los más importantes requisitos: la inversión para poder llevar a cabo los objetivos. “Quedan oportunidades” -aseguran esperanzados- “la investigación tiene que seguir avanzando”.