Repsol se ha lanzado al espacio con el desarrollo de combustibles renovables para cohetes espaciales gracias a una alianza con PLD Space. La colaboración entre las dos empresas españolas, sin precedentes en el sector aeroespacial, tiene como reto principal la formulación de nuevos combustibles renovables para cohetes para reducir la huella de carbono en un 90% o incluso dejarla a cero. PLD Space es una de las compañías europeas líderes en la industria de microlanzadores

El acuerdo de colaboración entre Repsol y PLD Space, pionero para impulsar el uso de energía verde en los vehículos espaciales, contempla desde estudios de viabilidad para sustituir los combustibles actuales por otros sostenibles, hasta el diseño de nuevos combustibles renovables, que se realizarán a medida en el Repsol Technology Lab. Los nuevos combustibles se producirán para los propulsores de los cohetes que fabrica PLD Space y, más en concreto, para los microlanzadores recuperables MIURA.

Las compañías españolas coinciden en el objetivo de la Unión Europea para alcanzar la neutralidad climática en 2050 y pretenden revolucionar el futuro de los combustibles de forma conjunta, especialmente para cohetes que emplean a día de hoy queroseno líquido similar al utilizado en la aviación civil o bien, un combustible específico para cohetes denominado como RP-1. 

Dentro del acuerdo materializado entre ambas, Repsol formulará los nuevos combustibles a partir de materias primas renovables o recicladas. Lo hará a partir de biocombustibles avanzados fabricados con residuos como materia prima o empleando combustibles sintéticos que se producen a partir de hidrógeno renovable y CO2 retirado de la atmósfera. De esta manera, pretende alcanzar una reducción de la huella de carbono que puede alcanzar el 90% e incluso llegar a ser negativa.  

"Gran oportunidad" para reducir la huella de carbono

Javier Aríztegui, gerente senior de Diseño de Productos de Repsol Technology Lab, califica este proyecto como “una gran oportunidad, ya que Repsol aplicará el profundo conocimiento que ha adquirido durante años en la formulación de todo tipo de combustibles, incluidos los de competición, para desarrollar un combustible sostenible para vehículos espaciales. Es un reto y nos sentimos preparados para afrontarlo con éxito”. Por su parte, Raúl Verdú, CBDO y cofundador de PLD Space señala que “fuimos la primera empresa en Europa que apostó públicamente por la recuperación de sus vehículos de lanzamiento como prueba de su compromiso por el medio ambiente. Queremos seguir investigando todas las alternativas que nos permitan reducir nuestra huella de carbono, también en propulsión”.

PLD Space desarrolla actualmente dos microlanzadores reutilizables, el suborbital MIURA 1 y el orbital MIURA 5, destinados a proporcionar servicios de lanzamientos comerciales a clientes de todo el mundo. Su familia de motores de combustible líquido, bautizada como TEPREL, está alimentada por queroseno y oxígeno líquido (KeroLOX). A nivel técnico, para MIURA 1 la compañía utiliza combustible Jet-A1, el utilizado habitualmente en aviación, mientras que el propelente -la combinación de un combustible y el comburente, que habitualmente es oxígeno- previsto para MIURA 5 es RP-1, el estándar para motores cohete.  

“Uno de los retos del proyecto es mantener el mismo nivel de rendimiento de los microlanzadores MIURA” -asegura el mánager de Propulsión de PLD Space, Francesco Spalletta- “Nuestra responsabilidad es mantener prestaciones de los vehículos al mismo tiempo que minimizamos su impacto medioambiental”.

Por su parte, Repsol lleva años fabricando biocombustibles en sus complejos industriales a partir de aceites vegetales sostenibles, biomasa, residuos agrícolas y forestales o aceites usados de cocina, entre otros. Los biocombustibles, junto con los combustibles sintéticos, se posicionan como una opción sostenible y constituyen una de las principales soluciones para reducir las emisiones del transporte en los próximos años. En línea con su apuesta por los bicombustibles, la energética tiene previsto poner en marcha su primera planta de biocombustibles avanzados en España en el primer semestre de 2023, una planta que estará situada en Cartagena.