El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha nombrado a su yerno David Mesonero como consejero de la filial de renovables. El ejecutivo, procedente de Siemens Gamesa, llegó a la compañía el pasado mes de abril como adjunto al director de operaciones corporativas para ocupar ahora el cargo de consejero ejecutivo de Iberdrola Renovables.

David Mesonero es licenciado en Administración y Dirección de Empresas por ICADE y MBA por el IESE. Antes fue director financiero de Siemens Gamesa Renewable Energy, además de formar parte del consejo de administración de Windar, Adwen y de los consejos regionales de Gamesa en India, México y Brasil.

El ejecutivo también ha ocupado el puesto de director general de desarrollo corporativo y estrategia, donde lideró el proceso de fusión entre Gamesa y Siemens Wind Power, según explica la compañía. 

Para Iberdrola, Mesonero cuenta con una “experiencia destacable” para trabajar en Iberdrola Renovables. De hecho, el yerno de Galán ha sido nombrado como uno de los menores de 40 años más influyentes en el sector energético y como uno de los 15 más relevantes de la industria eólica.

Por otro lado, el nuevo ejecutivo de Iberdrola cuenta con experiencia como consultor estratégico, en banca de inversión y en mercado de capitales, tal y como explica la propia compañía.

Meses de cambios

Además de Mesonero, Sánchez Galán también ha aprobado otros cambios en la estructura directiva de la filial de energía renovable de Iberdrola en los últimos meses, como es el caso de Javier Galán Serrano como consejero independiente, antes subdelegado del Gobierno en Salamanca.

Según ha informado la compañía, la Dirección de Riesgos y Aseguramiento Interno también ha sufrido cambios en los últimos meses y ahora pasa a depender de la Comisión de Auditoría y Supervisión de Riesgos. El cambio se produce meses después de conocerse la existencia de presuntas facturas ilegales pagadas al excomisario Villarejo y Cenyt.

La Comisión de Auditoría y Supervisión de Riesgos estaba supervisada por Juan Carlos Rebollo, uno de los investigados en el caso Tándem, y ahora por Pepe Sainz Armada, uno de los hombres de confianza de Galán. Según Voz Pópuli, Rebollo fue uno de los directivos que se reunió con José Antonio del Olmo, testigo clave del caso, para intentar convencerle de que se retractara y la investigación no salpicara al presidente de la compañía.