El próximo viernes 27 de noviembre se celebra a nivel internacional el Black Friday, una jornada comercial que marca el arranque de la campaña navideña, con importantes ofertas y descuentos en la mayoría de las empresas, ya sean locales o internacionales. Algunas incluso extienden la celebración a toda la semana.

Sin embargo, una de las multinacionales comerciales más populares del momento, Ikea, ha decidido no celebrar el evento comercial, una decisión sin precedentes. El gigante sueco de mobiliario y decoración ha tomado la decisión de no hacer descuentos y ofertas durante el Black Friday por considerar que perjudican a sus márgenes de rentabilidad, así como a nivel general.

Fuentes de la compañía matizan que el objetivo es modificar la política comercial, apostando por otro tipo de iniciativas. Para ello, Ikea ha anunciado el Green Friday, una campaña que se celebrará entre el 23 y el 29 de noviembre con el objetivo de impulsar la recompra de muebles por parte de la compañía, "con el objetivo de fomentar la economía circular y el consumo responsable".

La cadena duplicará el valor de tasación habitual de los muebles que los clientes ya no necesiten y recibirán a cambio una tarjeta de reembolso. El servicio de recompra de Ikea existe en España desde 2016 y la compañía está trabajando en una nueva plataforma para relanzarlo en las próximas semanas.

Así, Ikea celebrará el Green Friday a nivel global en los 27 países donde tiene presencia mientras el resto de empresas celebran el Black Friday. Con esta iniciativa, Ikea pretende impulsar su compromiso con la economía circular y convertirse en una empresa climáticamente positiva en todas sus operaciones en 2030.

Mosiri Cabezas, directora de Desarrollo de Negocio y Transformación de Ikea en España, ha asegurado: "El objetivo de esta acción es dar una segunda vida a miles de productos y evitar que acaben convertidos en basura, cosa que no son".