Iberdrola ha cerrado el primer trimestre del año con un beneficio neto de 1.025,2 millones de euros, es decir, un 19,5% menos con respecto a las ganancias de 1.272,7 millones de euros del mismo periodo del ejercicio anterior, en el que apuntó unas plusvalías de casi 500 millones de euros por la venta de la participación del 8,07% en Siemens Gamesa.

Sin considerar el impacto extraordinario en 2020, el beneficio neto ajustado de la compañía ha crecido en este primer trimestre un 12%, hasta los 1.082 millones de euros, tal y como ha informado la empresa en su presentación de resultados.

El Ebitda reportado crece un 2%, hasta los 2.814 millones de euros, incluyendo el impacto del Covid-19 y del tipo de cambio. Excluyendo estos efectos, Iberdrola alcanzó en el primer trimestre del ejercicio un Ebitda de 3.110 millones de euros, un 12,2% más.

La compañía ha recalcado que ha aumentado sus inversiones hasta los 2.507 millones de euros, un 45% más, para alcanzar niveles históricos. Estas inversiones se han centrado especialmente en los negocios de redes, con un 50% del total, y de energías renovables, con un 42%. Por países, Estados Unidos (725 millones de euros), Brasil (698 millones de euros) y España (546,5 millones de euros) concentran alrededor del 80% de la inversión

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha afirmado que “la aceleración de las inversiones nos permite crecer a un ritmo superior al previsto inicialmente, por ejemplo en España, donde estamos generando más de 30.000 nuevos empleos en nuestros suministradores. Iberdrola está utilizando toda su fortaleza financiera y liderazgo al servicio de la recuperación económica de los países en los que estamos presentes”.

Inversión en renovables

Las inversiones en renovables crecieron un 29%, hasta los 1.047,4 millones de euros y representaron el 42% del total. En el primer trimestre, Iberdrola mantiene en construcción 8.700 nuevos MW verdes: 4.600 MW eólicos (2.600 MW marinos y el resto terrestres), 2.800 MW fotovoltaicos, 1.160 MW hidroeléctricos y 150 MW en baterías. Por mercados, un tercio se desarrolla en Estados Unidos, otro en España y Brasil y otro en países europeos, como Portugal, Francia y Alemania, además de Australia.

A cierre del trimestre, la cartera de Iberdrola asciende a 78.000 MW y, de estos, 18.700 MW están en construcción y cubren el 100% de la capacidad instalada prevista hasta 2022 y el 75% de la estimada a 2025, que alcanzará los 60.000 MW renovables instalados. Solo en España, la compañía cuenta con derechos de conexión para 15.000 MW y terrenos para una capacidad equivalente.

La notable expansión de la cartera en eólica marina en los últimos 12 meses -20.000 MW al cierre del trimestre-, asentada sobre nuevas plataformas de crecimiento con gran potencial, como es el caso de Japón, Polonia, Suecia e Irlanda, permitirán al grupo alcanzar los 12.000 MW operativos en 2030.

La mitad de las inversiones del grupo se destinaron a redes durante el período y alcanzaron los 1.261 millones de euros, tras crecer un 65%, en línea con la estrategia del grupo de aumentar y reforzar una infraestructura clave para la transición energética y la electrificación de la economía.

La mitad del esfuerzo inversor, 609 millones, se destinó a Brasil, que reforzó su presencia en el país con la adquisición de la distribuidora de Brasilia Neoenergia Distribuiçao Brasil (antes CEB-D) por 403 millones de euros. Por otro lado, casi un 30% se dirigió a Estados Unidos, donde ya ha comenzado la construcción de la línea NECEC, que permitirá transportar energía renovable desde Canadá, y donde el proceso de adquisición de PNM Resources avanza más rápido de lo previsto.

El 20% restante se distribuyó entre el Reino Unido y España. En este último mercado, se ha presentado un plan de inversiones a 2025 de más de 4.300 millones para contribuir a alcanzar los objetivos del Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC), que supone un incremento del 80% frente a las inversiones actuales.

El resultado se refuerza por las actividades renovables

El Ebitda sale reforzado por las actividades de redes y renovables, que aportan el 80% de los 2.814 millones de euros, mientras que el negocio de generación y clientes se ve afectado negativamente por los altos precios energéticos y los impactos meteorológicos adversos de Filomena (España) y México. Por mercados, los resultados operativos son planos en España -pese a ello, las inversiones en el país aumentan un 50%, hasta los 530 millones- y se compensan con el crecimiento en EE.UU., el Reino Unido y Brasil.

El negocio de redes, regulado, incrementó su Ebitda un 4,3%, hasta los 1.312,6 millones de euros, y obtiene una evolución positiva en todos los mercados donde opera, salvo en el Reino Unido, afectado por la menor demanda derivada del coronavirus, si bien este efecto se recuperará a partir del ejercicio 2023.  La actividad de renovables, por su parte, generó un Ebitda de 932,1 millones de euros, tras crecer un 27,8%, al registrar una mayor producción, impulsada por nueva capacidad instalada y una mayor productividad de las instalaciones.

Como consecuencia de este mix de generación, las emisiones de Iberdrola en Europa se han situado en mínimos históricos en el primer trimestre: son de 28 gr CO2/kWh y una décima parte de las emisiones de sus competidores europeos y americanos. Iberdrola ha intensificado durante el periodo su estrategia de alianzas para acelerar la electrificación de la economía. 

En los tres primeros meses del año, Iberdrola ha seguido mejorando su solidez financiera. El grupo redujo su deuda en más de 1.300 millones de euros, hasta los 36.305 millones de euros, así como su coste, hasta el 3,3%, después de reducirlo en 12 puntos básicos. El cash flow crece un 7%, situándose en 2.270 millones de euros, y la liquidez alcanza los 17.000 millones de euros, suficiente para cubrir las necesidades de 21 meses.

Mayor emisor privado de bonos verdes del mundo

La compañía ha reforzado su posición de liderazgo en financiación verde y sostenible, superando los 32.000 millones de euros, en la actualidad. Asimismo, se mantiene como el mayor emisor privado de bonos verdes del mundo, según la compañía.

Como referencia, en abril, el grupo ha suscrito una nueva línea de crédito multidivisa y sostenible por 2.500 millones de euros, con condiciones pre-Covid, y ha lanzado el mayor programa de pagarés sostenibles para una empresa española, por 5.000 millones de euros, ligado a indicadores ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza).

Los resultados y la solidez financiera del Grupo sustentan la estrategia de retribución creciente al accionista de Iberdrola. El consejo de administración ha propuesto a la Junta General de Accionistas la distribución de un dividendo complementario con cargo a 2020 de 0,252 euros brutos por acción. Con ello se completa una retribución total de 0,42 euros brutos por acción, un 5% más.

La evolución registrada por sus actividades, y un entorno regulatorio cada vez más alineado con la acción climática, permiten a Iberdrola reafirmar sus previsiones para el cierre del ejercicio 2021, con un beneficio neto que se situaría entre los 3.700 y los 3.800 millones de euros y un dividendo con cargo al ejercicio de unos 0,44 euros brutos por acción, a abonar en 2022.