La ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, ha aprovechado la clausura del Spain Investors Day, evento que ha reunido durante dos días en Madrid a inversores internacionales, para destacar el sólido crecimiento de la economía española y el cambio de modelo de este crecimiento: “somos capaces de crecer de forma más equilibrada con una inflación baja, fuerte creación de empleo, superávit por cuenta corriente y un continuo desapalancamiento de nuestra economía”. Este cambio de modelo supone depender menos de factores externos, como los que su antecesor Luis De Guindos denominaba "vientos de cola", que eran el mantenimiento de bajos tipos de interés y el bajo precio del petróleo. 

La ministra ha detallado los tres pilares en los que se fundamenta la política económica del Gobierno: disciplina fiscal, cohesión social y reformas estructurales. Con respecto a la disciplina de las cuentas públicas, la ministra ha destacado como prioridad “la reducción sostenida de nuestros niveles de deuda pública”. Gracias a los ingresos extraordinarios y una gestión más eficiente de la tesorería, en 2018 España no necesitó emitir deuda por un valor de 5.700, como se preveía y se han amortizado de forma anticipada 8.000 millones del "rescate" pedido por el Gobierno de Mariano Rajoy -un préstamo del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE)-. Asimismo, ha señalado que “hemos visto también el regreso de los inversores extranjeros que se ausentaron de las subastas de deuda pública en los últimos años. Nuestros costes de financiación – añadió- se mantienen a mínimos históricos a pesar de que hemos alargado los vencimientos de las emisiones”. 

Disciplina fiscal, redistribución y reformas estructurales

En palabras de la ministra “todo esto revela una recuperación fuerte de la confianza en la economía española”. Con respecto a 2019, Calviño ha avanzado que la emisión neta de deuda pública seguirá descendiendo, con la previsión de continuar reduciendo el coste medio, incluso en un contexto de subida de tipos de interés, como el que se prevé que se produzca a partir de la segunda mitad de este año. El objetivo es que la ratio deuda/PIB baje hasta el 95,4% en 2019.

La titular de Economía ha resaltado que es “esencial combinar la disciplina fiscal responsable con medidas que garanticen la cohesión social”. Es preciso que los “ciudadanos se beneficien del crecimiento para reducir las desigualdades y contribuir a la sostenibilidad social”. En este sentido, ha señalado que “abordar importantes problemas de la sociedad, como la desigualdad o la pobreza, no es solo indispensable por razones morales, sociales y políticas sino también por motivos económicos”. A su juicio “no hay sostenibilidad financiera y económica sin sostenibilidad social”. El Gobierno ha expresado en otras ocasiones la necesidad de redistribución para que la demanda interna siga impulsando el crecimiento económico. 

En esa línea, la ministra ha avanzado la próxima presentación de la Agenda del Cambio, “un plan coherente de reformas estructurales para fomentar la productividad y preparar la economía española para los retos a medio y largo plazo: el cambio demográfico, la revolución tecnológica, el cambio climático, entre otros”.

Unos PGE que afiancen el crecimiento

En opinión de la ministra de Economía y Empresa esta visión está perfectamente incorporada en el Proyecto de Presupuestos para 2019 que ha sido recientemente presentado al Congreso. Dicho presupuesto recoge medidas relevantes en materia social como subidas en los programas de becas y fondos para combatir la pobreza infantil y para la dependencia. Asimismo, el proyecto incluye inversiones en elementos clave para incrementar la competitividad y la productividad, como el aumento en los programas de I+D o la inversión en infraestructuras sostenibles.

En cuanto a los ingresos, la ministra ha detallado algunas medidas incluidas para aumentar la base imponible en su conjunto. Ha recordado que la carga impositiva en España está siete puntos por debajo de la media europea y ha abogado también por “un sistema impositivo más progresivo y mejor adaptado a la realidad económica del siglo XXI”.