Este martes se celebra el Día Internacional del Cuidador. Para ello, Merck ha dado a conocer los resultados de la tercera encuesta sobre la situación de los cuidadores no profesionales en la sociedad española, con el objetivo de concienciar a la sociedad del papel que juegan quienes se ocupan de manera no profesional de una persona dependiente.

Según Ana Polanco, directora de Corporate Affairs de Merck en España, “el objetivo de esta iniciativa es hacer visible la importante labor que realizan los cuidadores, engranaje clave de la atención al paciente. Para Merck es vital que se conozca mejor la realidad de estas personas, que no son trabajadores profesionales y anteponen la atención del dependiente a su propia salud”.

Solo en España hay 2,3 millones de personas dependientes, atendidas en su mayoría por cuidadores no profesionales, concretamente un 80%. Tras encuestar a 506 cuidadores no profesionales residentes en España, Merck ha concluido que estos invierten, de media, 27 horas semanales en la atención de padres o suegros (54%), abuelos (19%), pareja (9%), hijos o hermanos (5%).

Los principales problemas de estas personas dependientes son problemas de movilidad asociados a la edad (46%), envejecimiento general (45%), discapacidad física (29%), patologías neurológicas (24%) como Parkinson, Alzheimer, Esclerosis Múltiple, o enfermedades crónicas (20%).

Impacto socioeconómico y sanitario

Esta responsabilidad provoca que, en algunos casos, las jornadas se extiendan hasta las 12 horas diarias. Además, en España, el cuidado de un familiar dependiente se suele prolongar en el tiempo durante un periodo medio de 7’5 años.

Aceptar el rol de cuidador no profesional de una persona en situación de dependencia tiene un gran impacto para los cuidadores. La presión económica (40%), el impacto profesional (34%) y el haber tenido que reducir horas de trabajo (32%) son las tres consecuencias más frecuentes a las que se tienen que enfrentar los españoles tras asumir el cuidado de un familiar dependiente.

Pero lo que más acusan los cuidadores no profesionales españoles es el impacto que esta responsabilidad ha tenido en su salud y bienestar. La mayoría de ellos relega su salud a un segundo plano y un 75% se ha visto perjudicado por no descansar correctamente, no hacer ejercicio físico y desatender sus propias citas médicas.

Además, un porcentaje elevado sufre consecuencias psicológicas, como ansiedad (68%) y depresión (55%), debido a la carga y la falta de apoyo. Los cuidadores no profesionales no se sienten reconocidos (55%) ni apoyados (38%) por el sistema sanitario y un 43% ni siquiera ha recibido ofertas de ayuda por parte de amigos o conocidos.

Ayuda y recursos financieros

Lo que más echan en falta los cuidadores españoles son recursos financieros (24%), seguido de alguien que les ayude con sus responsabilidades (19%). Si tuviesen ayuda durante una hora, el 58% asegura que pediría que se hiciesen cargo de la persona a la que ellos cuidan habitualmente, el 41% que les hiciesen la compra y el 37% que les ofrecieran oportunidades de ocio (como tomar un café o caminar) porque apenas tienen tiempo para ello, ya que la mayoría (63%) prefiere aprovechar el poco tiempo libre del que dispone para descansar.

Para concienciar a la población de la importancia de los cuidadores no profesionales, Merck ha puesto en marcha una campaña en redes sociales.

Por cada 3 tuis con el hashtag #Cuidadelosquecuidan Merck aportará a Supercuidadores el equivalente a una hora de trabajo para que un cuidador profesional sustituya a un cuidador no profesional y este pueda disfrutar de tiempo libre. La campaña, que se llevará a cabo durante dos semanas, destinará una dotación de hasta un máximo de 300 horas para apoyar a este colectivo y mejorar su calidad de vida.