A la 1 de la madrugada de este martes los vigilantes de los controles de seguridad del aeropuerto de Barcelona-El Prat han llegado a un acuerdo por el que desconvocar la huelga indefinida anunciada para arrancar este jueves 10 de agosto. Tras una reunión de más de 15 horas entre la empresa y los representantes de los trabajadores, con CSIF como negociador y sindicato mayoritario en la compañía, finalmente han llegado a un acuerdo para avanzar en las mejoras solicitadas por la parte trabajadora.

La reunión entre la compañía, I-Sec Aviation Security, y el sindicato representativo de los vigilantes de los controles de seguridad, CSIF, ha contado también con la Generalitat de Catalunya como mediadora en la negociación desde el principio del encuentro, que arrancó el lunes alrededor de las 10 de la mañana. Las partes sentadas a la mesa han cerrado de madrugada las más de 15 horas de reunión con un acuerdo firmado en acta con mejoras como aumentar la paridad en los puestos de trabajo que, según denuncia CSIF, "hasta ahora no ha sido así", y recibir un plus por conocimiento de idiomas.

De no haberse desconvocado esta madrugada, la huelga de los vigilantes de seguridad en el aeropuerto de Barcelona-El Prat, de carácter indefinido inicialmente, habría tenido su efecto de jueves a lunes, durante el fin de semana, con paros parciales que van desde las 4 a las 7 horas de la madrugada, de 9 a 11 horas de la mañana y de 16 a 18 horas, según los trabajadores. 

Desde la parte sindical justificaban la convocatoria de huelga por el incumplimiento de los pactos alcanzados con I-Sec Aviation Security, la empresa que, a día de hoy, se encarga de los trabajos de vigilancia en el aeropuerto de Barcelona. Los trabajadores, a través del comité de empresa, denunciaban que la empresa "no respeta los descansos del personal ni la conciliación familiar" e incluso "abuso de autoridad y presión sobre los subordinados" por parte de algunos responsables de la compañía. 

Los vigilantes piden mejoras en la paridad y aparcamiento gratuito

El acuerdo para desconvocar la huelga que afectaría este jueves termina con el compromiso de avanzar en los niveles de paridad entre la plantilla, incluir un plus por idiomas y que la empresa se haga cargo de los costes del aparcamiento de los empleados en su lugar de trabajo, materializado en un plus de desplazamiento de 42 euros al mes, o bien, que la compañía habilite zonas de aparcamiento gratuito en el aeropuerto de Barcelona. Además, los trabajadores pedían la posibilidad de realizar descansos de diez minutos por hora o que se concedan, al menos, dos fines de semana libres al mes como medidas para hacer frente a la sobrecarga de trabajo del aeropuerto durante la temporada turística. 

La huelga de los vigilantes de seguridad del aeropuerto de El Prat fue convocada a finales de julio, con el objetivo de mantenerse de forma indefinida durante los fines de semana de agosto, de jueves a lunes, en plena temporada turística y en uno de los aeropuertos con mayor afluencia del país. Unos días después de la convocatoria, el Gobierno decretó unos servicios mínimos del 90% en el servicio para la huelga que, finalmente, ha sido desconvocada esta madrugada. 

Esta no es la primera convocatoria de huelga de los vigilantes de los controles de seguridad del aeropuerto de Barcelona. Ya en 2017 los trabajadores anunciaron una huelga para reclamar mejoras salariales a la empresa encargada del servicio, en ese momento Eulen, que finalmente hicieron efectiva. Ahora, en agosto de 2023, los vigilantes han intentado repetir este movimiento sin tener que llegar a la huelga indefinida anunciada para arrancar este jueves de madrugada.

La huelga de los vigilantes de seguridad de El Prat en el verano de 2017 llevó a la intervención de la Guardia Civil en el servicio, que terminó funcionando como vigilante de los controles en el aeropuerto después de semanas de movilizaciones, bloqueos y colas de pasajeros en uno de los principales aeropuertos españoles. En este caso, las movilizaciones terminaron con un laudo arbitral que devolvió la normalidad al aeropuerto de Barcelona. Dos años después, en 2019, los vigilantes de los controles de seguridad de El Prat intentaron convocar una nueva huelga que finalmente no salió adelante, como tampoco lo hará este verano. 

El aeropuerto de Barcelona-El Prat es uno de los centros de recepción de turistas más importante a nivel nacional, especialmente a nivel internacional, por lo que el parón en los controles de seguridad habría tenido un impacto negativo en plena temporada turística de verano. España ha recuperado ya los niveles de turismo prepandemia, con una recuperación total tanto en la ocupación hotelera como extrahotelera, tal y como reflejan las cifras conocidas en los últimos días.