El coronavirus y sus variantes como Ómicron desafían la recta final de 2021 y el inicio de un 2022, aún en guerra contra la pandemia. A pesar de que el proceso de vacunación en Europa, especialmente en España, se ha consagrado con gran éxito, lo cierto es que a nivel global esos datos no son tan certeros. En este escenario no hay que olvidar que vivimos en un mundo globalizado y una gran muestra de ello ha sido la rápida propagación de un virus que se gestó en un rincón de Wuhan, China. No obstante, a pesar de que los mercados han recuperado su impulso tras unos duros meses de confinamiento y tras la paralización de la actividad económica, la pregunta que nos ocupa es:

¿Qué nos depara 2022?

En este contexto, 8 de cada 10 analistas y gestores indican que el próximo año no será tan bueno como el actual en cuanto a lo que la recuperación se refiere. De hecho, según Gonzalo Sánchez, director de inversiones de Gesconsult ha manifestado en un estudio, en 2022 nos enfrentaremos a un proceso de tappering, lo que significa un ejercicio de equilibrio entre los bancos centrales que ,como consecuencia provocará que se dispare la volatilidad en los mercados. Es decir, para el próximo año 2022 se espera que los bancos centrales reduzcan sus compras de activos y drenen liquidez del mercado. Como consecuencia habrá un incremento en el coste de las empresas y por ende, en el coste de vida de los ciudadanos

Aunque durante 2021, las compañías han continuado mejorando y, por lo tanto, lo lógico es que los mercados continuaran con una tendencia alcista, lo cierto es que las estimaciones para el PIB de 2022 son conservadoras. Las voces más optimistas, por su parte consideran reclamar una buena gestión por parte de los bancos centrales y autoridades competentes, lo que podría significar un 2022 al alza. 

Compra-venta de inmuebles

El mercado inmobiliario, por su parte, consolida su reactivación tras el impacto más fuerte de la crisis sanitaria. No obstante, la elevada demanda de vivienda, unida a la escasa oferta de obra nueva, debido a la paralización del sector de la construcción durante los meses de confinamiento, ha provocado un incremento del precio de los inmuebles de un 6,1% en el tercer trimestre de este año. No obstante, teniendo en cuenta el impacto de la variante del coronavirus Ómicron, y las medidas restrictivas que ya están adoptando algunos de nuestros vecinos europeos, la coyuntura actual es favorable, ya que los inmuebles se van a revalorizar en los próximos meses, es decir a inicios de 2022.

Algunos analistas concretan que en el próximo año los precios de la vivienda podrían subir hasta un 6% más que en 2021. No obstante, en el caso en el que consiga contener la crisis sanitaria y, por ende, darse las condiciones óptimas para los viajes, la presencia de extranjeros contribuirá a reactivar la venta de viviendas en zonas dependientes del turismo, es decir, zonas de costa.