La crisis del coronavirus, por muy extraño que parezca, puede suponer una oportunidad para España, al menos en el sector del comercio internacional tal y como afirma el Club de Exportadores e Inversores Españoles. ¿Cómo?

Nuestro país podría experimentar un impulso en el área de los servicios internacionales a empresas y beneficiarse así de un mayor peso respecto a la producción nacional de productos estratégicos de los que, hasta ahora, ha dependido excesivamente.

De hecho, así lo cree el Comité de Reflexión sobre Internacionalización, que en un informe técnico elaborado por el profesor Asier Minondo, de la Deusto Business School, asegura que el trabajo en remoto que ha supuesto el coronavirus provocará a medio y largo plazo la mejora de la competitividad de las empresas extranjeras frente a las domésticas y favorecerá un aumento importante en el comercio internacional de servicios a empresas.

"Cada país de la UE debería especializarse en aquellos sectores, o etapas del proceso de producción en los que ya cuente con un alto grado de competitividad"

“España tiene una oportunidad para aumentar sus exportaciones de servicios a empresas gracias a la mayor disposición de éstas para contratar servicios en línea. Este aumento, además, contribuirá a suavizar el impacto negativo que la lenta recuperación de los ingresos por turismo ha tenido sobre la balanza comercial”, afirma Minondo.

Además hay que tener en cuenta que avance de nuestro país en el comercio internacional de servicios se encuentra favorecido por la buena posición de las empresas en este segmento. Concretamente en el periodo 2013-2019, las exportaciones de otros servicios empresariales crecieron en España un 7,5% anual. Además, en este periodo, España ganó cuota en el mercado internacional de las exportaciones de servicios a empresas.

Relocalización de las cadenas de valor

Uno de los hándicaps a los que España tendría que enfrentarse, es, sin duda, el de poner en valor puntos geográficamente más cercanos, que contribuirían a una reducción de costes de transporte y una mayor capacidad de reacción de las empresas ante cambios en la demanda, lo que podría beneficiar también a España, que cuenta con mano de obra cualificada y buenas infraestructura.

“Las medidas para atajar la dependencia que se están articulando a nivel de la Unión Europea aumentarán probablemente el comercio en productos estratégicos entre los países miembros y elevará el peso de esta región en el comercio internacional de España”, ha señalado Minondo. Es por ello que el documento del Comité de Reflexión sobre Internacionalización recomienda a las empresas que a la hora de diseñar sus planes de internacionalización prioricen, como aspectos fundamentales: el contar con trabajadores cualificados y elegir bien el destino y el servicio en el que son más competitivas.

También considera importante que la política comercial de la Unión Europea siga impulsando acuerdos regionales que reduzcan las barreras regulatorias a la oferta internacional de servicios.

Por último, Minodo hace una advertencia a las autoridades europeas para impulsar las tecnologías estratégicas y la reducción de la vulnerabilidad en ciertos sectores no se repitan las apuestas sectoriales en todos los países: “Cada país de la UE debería especializarse en aquellos sectores, o etapas del proceso de producción en los que ya cuente con un alto grado de competitividad. Y en el caso de España hay claras ventajas en el sector de la farmacia y de las energías renovables”.