La Comisión Europea ha revisado de nuevo a la baja la cifra de crecimiento económico de España para este año. En concreto, Bruselas considera que España crecerá cuatro décimas menos que lo previsto en el último informe, publicado en julio, y prevé que el año termine con un avance del Producto Interior Bruto (PIB) del 1,9%.

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En la misma línea, la Comisión Europea también recorta cuatro décimas el crecimiento para 2020 y dejaría un crecimiento del PIB del 1,5%. Además, prevé que el déficit será del 2,3% frente al 2% previsto por el Gobierno sin unos Presupuestos Generales con los que se obtengan nuevos ingresos. Además, si las políticas no cambian, el desfase presupuestario continuaría en 2020.

Este jueves se reunirán los ministros de Finanzas de la zona euro para estudiar las previsiones anunciadas por la Comisión Europea. Tan solo un día después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) haya pedido a los países de la eurozona planes de contingencia en el caso de que la economía empeore por la guerra comercial de Estados Unidos o el Brexit.

Más negativos que el Gobierno

El pasado mes de octubre el Gobierno mandó a Bruselas un nuevo cuadro macroeconómico, con un crecimiento económico en el 2,1% para este año y un 1,9% en 2020. Asimismo, el objetivo de déficit se situó en el 2% del PIB, desde el 2,5% de finales del pasado año.

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Sin embargo, desde Bruselas no son tan positivos con la economía española y prevén una expansión menor, el 1,9% para este año y el 1,5% el año que viene. A corto plazo, la Comisión Europea estima que la economía española crecerá un 0,3% en los últimos meses del año.

De hecho, la Comisión Europea envió una carta al Gobierno español hace dos semanas alertando del “riesgo de una desviación significativa” del déficit, siendo consciente de la complicada situación política por la que atraviesa España. Según ha advertido el Consejo Fiscal Europeo, la imposibilidad de aprobar Presupuestos ha provocado que España siga reduciendo el déficit por el efecto del crecimiento económico.

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Más allá de esta situación especial, Bruselas ha exigido a España realizar ajustes tras terminar con el problema del déficit excesivo, con independencia del ciclo económico. Así, el Gobierno español debe realizar unos ajustes por 6.600 millones.