La jornada del jueves ha sido movida en Bruselas en lo que a energía se refiere. Las últimas informaciones se centran en el acuerdo de Comisión Europea, que ha fijado las trayectorias de llenado para 2023. Lo establecido, a través de un nuevo acuerdo, es que los Estados miembros llenen sus instalaciones de almacenamiento de gas al 90% antes del 1 de noviembre de 2023. El objetivo es garantizar el suministro y que los 27 estén bien preparados para el invierno del año que viene. Así, la comisión ha recordado que un almacenamiento de gas de la Unión Europea suficientemente lleno significa asegurar el suministro y contribuir a la estabilidad del mercado. De esta manera, se busca que el sistema energético cuente con más recursos para afrontar las interrupciones del suministro y los picos de demanda.

En este sentido, la comisaria europea de Energía, Kadri Simson, ha remarcado que resulta crucial que la UE empiece a prepararse “ya” para el invierno del año que viene. “Tenemos que minimizar el impacto de las manipulaciones rusas y los posibles aumentos de la demanda, debidos a las condiciones meteorológicas o del mercado mundial”, ha explicado. Asimismo, ha defendido que “establecer ahora una trayectoria para 2023 proporciona a los operadores del mercado una certeza muy necesaria y ayuda a la UE a pasar el invierno del año que viene con seguridad".

La balanza se inclina hacia el límite dinámico al precio del gas

Por otro lado, los focos se han centrado en la vicepresidenta tercera y ministra española de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera. Esta ha asegurado que ve un "amplio consenso" entre los 27 ante el planteamiento español de establecer un límite al precio de las compras del gas que tenga una referencia dinámica. Así, la mayoría de los ministros de energía de la UE han rechazado la propuesta de la Comisión Europea de techar en 275 euros el megavatio hora (MWh). "No ha sido unanimidad, pero la impresión es que hay un amplio consenso de que es mejor pensar en una referencia dinámica que no fijar un precio tope que podría generar efecto contrario de incentivar un cambio al alza", se ha reafirmado la ministra tras reunirse con sus homólogos.

Asimismo, Ribera ha reivindicado la falta de claridad y simetría en la manera en la que el tope al precio que plantea la Comisión pueda activarse y desactivarse. Otro aspecto apuntado por varios Estados miembros es que para que ese tope tuviese sentido, no debería fijarse solo en el precio del mercado diario, sino también tendría que hacerlo en un medio y largo plazo.

A pesar de la falta de armonía sobre el tope al precio de las compras de gas, los ministros sí que han conseguido acuerdos políticos sobre otras dos medidas para contener los precios de la energía: la de solidaridad y la de la aceleración de los permisos para renovables. No obstante, se han emplazado a aprobar los tres textos de forma conjunta en una nueva reunión que se celebrará el próximo 13 de diciembre. Tras un debate "constructiva y equilibrada", la ministra española se ha mostrado satisfecha por la propuesta checa de vincular los tres textos y adoptarlos en la misma reunión dadas las conexiones entre las distintas propuestas y que, a su juicio, no se podían desvincular.

"Era razonable dar por sentado un respaldo a los dos primeros textos a la espera de un consenso sobre el tercero para que sean adoptados simultáneamente", ha insistido Ribera justo antes de mostrarse “optimista” sobre un acuerdo en la cita del día 13. Según la vicepresidenta tercera, prima "la convicción de que responder a la altura de las circunstancias". "Esperamos llegar con un texto limpio, soy optimista para poder respaldarlo y adoptarlo cuanto antes", ha concluido la ministra.