De manera simultánea, los accionistas de Bankia y los de Banco Mare Nostrum (BMN) se reunen este jueves para aprobar la fusión de ambas entidades bancarias. Una senda en común que arrancará este mismo jueves pero cuyas líneas de salida están separadas por más de 350 kilómetros de distancia, porque la Junta General Extraordinaria de Bankia se celebra en Valencia, donde está la sede social como herencia de Bancaja, mientras que la asamblea de BMN se celebra en Madrid.

Desde las 12:00 horas, el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, está explicando a los accionistas en el Palacio de Congresos de Valencia las características de la fusión, que ya ayer calificó como “una operación magnífica” para ellos. Goirigolzarri ha destacado que la presencia del FROB en Bankia tras la fusión será del 67%, cercana a la mantenida hasta ahora, dado que la entidad pública tiene también una posición similar en BMN. De hecho, la operación de fusión fue impulsada por el Fondo de Reestructuración, con la idea de que la devolución de ayudas públicas del rescate financiero fuera superior a la esperada.

Goirigolzarri ha remarcado que Bankia seguirá siendo “el cuarto grupo bancario de España” por activos y por depósitos tras la fusión, con el añadido de alcanzar esa posición también en lo que se refiere a créditos. Además, supondrá “un crecimiento del 25% de clientes”  y permitirá a Bankia “alcanzar posiciones de liderazgo en mercados de fuerte crecimiento” en los que ahora tenía menos presencia.

De hecho, BMN aporta a Bankia unos 38.000 millones de euros en activos y una franquicia que está consolidada como líder en Murcia, Granada y Baleares, herencia de las cuatro cajas cuya fusión dio como resultado la creación del banco: Caja Murcia, Caixa Penedès, Caja Granada y Sa Nostra. Tras la operación, Bankia contará con cuotas de mercado superiores al 30 % en Granada y Murcia, y del 25 % en Baleares.

A cientos de kilómetros de la votación en Bankia, los ojos están puestos en Pinnae, la fundación que se convirtió en sucesora de la antigua Caixa Penedès, que es la única de las cajas originarias que no tiene asiento en el consejo de BMN. Este grupo minoritario no alcanza el 5% del capital de la entidad, pero considera que la valoración que ha ofrecido Bankia –cada acción de Bankia se cambiará por 7,82 de BMN- es “demasiado baja” y socava “sus intereses”.

"No entendemos que el acuerdo se fije en 825 millones de euros cuando todas las valoraciones de los expertos establecían un valor mínimo de entre 1.000 y 1.300 millones y cuando además se recibió una oferta de 1.300 millones por BMN hace unos meses", criticó Martí Solé, presidente de la Fundación, hace unos meses, tras los que anunciaron acciones legales contra BMN que nunca han llegado a sustanciarse.