“El Gobierno puede seguir engañándose y mostrando a la sociedad que es un Gobierno de diálogo y acuerdos, pero no es verdad”. Así de claro ha sido Pepe Álvarez, el secretario general de UGT, que ha lamentado que el único acuerdo al que ha sido capaz de llegar el Ejecutivo de Mariano Rajoy este 2017 ha sido la subida del salario mínimo.

Sin embargo, para UGT no sólo es escaso, sino "irrisorio”. Por ello, uno de objetivos del sindicato para este 2018 es conseguir un salario mínimo convenio de 1.000 euros brutos en 14 pagas anuales.

Bajo el lema “Ponte a 1.000 euros. Ningún convenio por debajo”, UGT, en acuerdo con CCOO, quieren poner esta propuesta en la agenda política para que antes de 2020 sea más que una realidad. Porque “con menos de 1.000 euros no se puede vivir en nuestro país. Con 1.000 tampoco muy bien, pero es un cambio sustancial” con respecto al salario actual, ha dicho este lunes Álvarez.

El pasado 19 de diciembre, el Gobierno, con la ministra Fátima Báñez al frente de Empleo, anunciaba subidas progresivas en los próximos años del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta alcanzar los 850 euros en 2020. Para este 2018 el salario mínimo subirá un 4% hasta los 735,9 euros en 14 pagas frente a los 707,6 euros actuales. Y esto es lo que los sindicatos definen como insuficiente. “Ahora toca que la patronal esté a la altura de las circunstancias y podamos llegar a un acuerdo con el convenio de negociación colectiva” que permita la distribución de riquezas y tener un salario mínimo digno.

UGT cree que sólo con un salario mínimo de 1.000 euros se podrá recuperar el poder adquisitivo de los ciudadanos, el consumo y, con ello, activarse de nuevo la economía.

Un sindicato más feminista

Y no es el único objetivo que se ha marcado UGT para este 2018. El sindicato cumple 130 años y quiere modificar su manifiesto fundacional, un texto que en todos estos años casi no se ha tocado y que quieren actualizar para que la figura del sindicato siga teniendo sentido en pleno siglo XXI.

Con esta idea en la cabeza, UGT trabajará para incorporar el “feminismo como idea fundamental”. “Tenemos bastante decidido el camino” ha explicado Pepe Álvarez para añadir que este camino pasa por que el feminismo llegue a todos los rincones de UGT.

La “igualdad y el feminismo en su sentido más amplio lo queremos implantar en la vida orgánica” para, por ejemplo, luchar contra la violencia de género y el machismo. “No queremos ser sólo una organización que formalice su repulsa y rechazo, sino una organización activa en la lucha” contra esta lacra social. “Porque el asesinato es sólo una pequeña parte del sufrimiento continuo de las mujeres en este país”.

Y es que Álvarez cree que parte de la culpa de que la violencia de género siga existiendo reside en la falta de presupuesto para financiar su lucha y programas activos, pero también en la inexistencia de leyes duras. “Soy de los que creen que el machismo tiene elementos presupuestarios y legislativos claros”, ha dicho este lunes.

2018: un año de movilizaciones en la calle

Conseguir el fin de la brecha salarial entre hombre y mujeres trabajando por una ley similar a la alemana o a la islandesa, que su ILP de renta garantizada deje de sufrir los escollos del PP y Ciudadanos en el Congreso de los Diputados, trabajar por la prevención de riesgos laborales, o un nuevo contrato social a nivel europeo son otros de los objetivos que UGT se ha puesto para este año.

Álvarez ya ha anunciado que este 2018 será un año de manifestaciones y movilizaciones ciudadanas para conseguir cada uno de estos puntos. “Vamos a utilizar la calle como parte fundamental de nuestras reivindicaciones”, ha dicho el secretario general del sindicato. “El año 2018 será un año de manifestaciones porque tenemos objetivos importantes y cuando se tiene objetivos importantes, la calle es una vía fundamentar para conseguirlos”.