Ya pasó en mayo y en junio para pagar la extra de verano y ahora, a las puertas de diciembre, el Gobierno vuelve a decidir endeudarse para pagar las pensiones y retrasar el agónico vaciado del Fondo de Reserva, conocido popularmente como la hucha de las pensiones.

Los ingresos destinados a pagar las pensiones en España sólo consiguen cubrir los pagos mensuales, pero no las dos extras anuales por lo que el Ejecutivo del Partido Popular debe tirar de la hucha o, como en este caso, emitir deuda.

La extra, con sus correspondientes impuestos, superará los 9.500 millones por lo que el saldo total del fondo para las pensiones ya será negativo tras el pago de esta próxima extra, contado con la deuda ya contraída con el préstamo de junio de 6.000 y que dejó la hucha en 5.600 millones, cantidad insuficiente para hacer frente a este pago de diciembre.

El final en 2018

Y es que el Gobierno de Mariano Rajoy no ha hecho nada para evitar a este punto, marcado hace un año por la Autoridad Fiscal Independiente para que el Fondo de Reserva se quede vacío, achacándolo a las dificultades para reducir el déficit estructural, la elevada tasa de paro y la precariedad laboral que provoca bajos salarios y bajas cotizaciones a la Seguridad Social

En los Presupuestos Generales del Estado para 2017 el objetivo de déficit de la Seguridad Social es del 1,4% del PIB, pero el Gobierno ha reconocido ante la Comisión Europea que acabará el año con un agujero del 1,6% del PIB, 2.500 millones más de los 16.000 previstos.

La famosa hucha

Rajoy ha sido el primer presidente de la Democracia en meter mano a este fondo, creado por Aznar, que dejó 10.000 millones en la cuenta, y que Zapatero multiplicó casi por siete al dejar casi 70.000 millones de euros en la hucha cuando salió del Gobierno. Ni en los peores años de la crisis (2010 y 2011) Zapatero tocó este fondo mientras que Rajoy ha tirado de él en, al menos, nueve ocasiones.