Los últimos acontecimientos que han tenido lugar en Cataluña, desde el 1-O, han creado un estado de incertidumbre en lo social, pero también en lo económico y bursátil. Y es que lejos de encontrar una solución, se aviva la inquietud y el recelo y la Bolsa lo ha notado.

 Los inversores temen por la deriva que está tomando el conflicto catalán y las ventas se imponen con diferencia. Esta incertidumbre ha provocado que el Ibex abandone ese ‘estado de felicidad’ en el que se había instaurado por encima de los 10.000 puntos. Una cota que ha perdido al cierre de la jornada de este miércoles en la Bolsa.

 El Ibex está cotizando en los 9.961 puntos, su nivel más bajo desde el mes de marzo de este mismo año. Además esta caída se corresponde con la más grande en 14 meses, cuando el Ibex retrocedió un 2,77%.

 La banca catalana se desploma

 No sólo el Ibex ha notado las turbulencias que ha generado el terremoto independentista del 1-O, sino que también las han sufrido las empresas catalanas, sobre todo en la banca. Y es que CaixaBank ha marcado el desplome más acentuado de todo este sector, retrocediendo un 5%. Por otro lado, el Banco Sabadell cae más de un 4,5%.

 El resto de bancos no se libran de las consecuencias de este seísmo bursátil. BBVA y Santander, que acaba de incluir a Banco Popular en su marca, tampoco se libran del rojo en sus números y han descendido en torno al 4%.