Gabriel Rufián, considera que los escraches a políticos "van con el cargo" y que, por tanto, ni él ni sus colegas deben quejarse cuando sufren uno como el que afrontó este miércoles Pablo Iglesias. El portavoz de Esquerra Republicana ha señalado que a él le increparon al grito de "botifler" (traidor) hace unos meses en Catalunya.

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, volvió ayer a la Facultad de Políticas de la Complutense, de la que saltó hace seis años a la primera línea de la política, y un grupo de jóvenes del colectivo 'Frente Obrero' trató de reventar el debate en el que participaba junto al exvicepresidente boliviano Álvaro García Linera, al grito de "Fuera vende obreros de la Universidad".

Pocos minutos después de que Iglesias tomara la palabra uno de los integrantes del citado colectivo interrumpió al líder de Podemos, preguntándole a gritos si no le daba "vergüenza hablar de fascismo", cuando, según denunció, su formación es "la primera culpable" del "auge" de la extrema derecha.

Gabriel Rufián ha afirmado: "Yo, por mi parte, nunca me voy a quejar de eso porque creo que quien nos esté escuchando si nos oye quejándonos, dirá 'vente a mi trabajo, que verás lo que vale un peine'".

En este contexto, ha señalado que lo que le pasó este miércoles al líder del Podemos en su primera visita a la Universidad Complutense desde que forma parte del Gobierno, no es un hecho aislado, sino que le pasa a muchos políticos. "A mi me pasan muchas cosas, muchos días en muchos sitios", ha concluido.