El Consejo de Ministros de Israel ha aprobado este domingo un confinamiento de tres semanas coincidiendo con importantes festividades judías para evitar así contagios del nuevo coronavirus.

La medida entrará en vigor desde las 14:00 horas del próximo viernes, horas antes del inicio de la festividad de Rosh Hashaná, ha explicado en rueda de prensa el primer ministro, Benjamin Netanyahu.

Los israelíes no podrán desplazarse más allá de 500 metros de su domicilio excepto por necesidades esenciales como obtener alimentos o medicamentos.

Los colegios cerrarán el viernes y los sectores privado y público continuarán funcionando, aunque con importantes restricciones que no ha concretado. Supermercados, farmacias y otros comercios esenciales podrán abrir y también se permitirán los repartos.