La Delegación del Gobierno en Ceuta ha cifrado a última hora de la tarde en más de 5.000 el número de ciudadanos marroquíes que han accedido irregularmente a la ciudad autónoma durante este lunes bordeando los espigones marítimos fronterizos del Tarajal y Benzú ante la pasividad de las fuerzas de seguridad del país vecino, que según fuentes policiales no están haciendo "nada" para contener la salida de compatriotas hacia la localidad española. Al menos una persona ha muerto.

Algo más de un tercio del total, unas 700 personas según la Delegación, han asegurado ser menores de edad a su llegada a territorio nacional, lo que impedirá la devolución inmediata del contingente que esperan poder realizar las autoridades españolas a partir de los contactos establecidos entre los ministerios de Interior y Asuntos Exteriores con el Reino alauita.

El Gobierno refuerza con guardias civiles y policías

El Gobierno de España ha acordado este lunes el refuerzo inmediato de los efectivos de Guardia Civil y de Policía Nacional en la zona. En concreto, se van a reforzar con cerca de 50 efectivos de la Guardia Civil los lugares más susceptibles de paso en Ceuta.

La Policía Nacional, por su parte, va a incrementar en más de 150 agentes sus efectivos en Ceuta, entre miembros de las Unidades de Intervención Policial y personal específico de Científica y de Extranjería y Fronteras para agilizar los trámites de devolución en aplicación del acuerdo con Marruecos de 1992

La Comandancia General de Ceuta ha ofrecido 300 literas militares para acoger en las naves de los polígonos comerciales del Tarajal, en su inmensa mayoría vacías desde el cierre de la frontera el 13 de marzo de 2020 por la pandemia, a los recién llegados, que están siendo sometidos a pruebas de covid-19.

La oleada migratoria comenzó al filo de las 2.00 horas de la madrugada de este lunes por el espigón norte del perímetro fronterizo y durante la noche y todo el día se ha extendido también al Tarajal, en el extremo sur, por donde los marroquíes, en su mayoría jóvenes varones pero también mujeres e incluso niños, superan la barrera fronteriza sin ningún control.