Habida cuenta de la propensión de la Conferencia Episcopal para dar su opinión acerca de cuestiones ajenas a su competencia, llama poderosamente la atención su silencio ante el caso Barcenas. Tanto es así que, dando rienda suelta a la fantasía, quien esto escribe y firma ha imaginado una carta personal que el Cardenal Rouco podría haber enviado a Mariano Rajoy para infundirle ánimos.

La capacidad de sorpresa de las ciudadanía española está tan curada de espanto, que a nadie extrañaría que fuentes dignas de crédito informaran de una “gran preocupación en la Conferencia Episcopal española ante el llamado caso Barcenas y la repercusión en la credibilidad del presidente Rajoy, tanto que no se descarta promover manifestaciones populares de apoyo al presidente de Gobierno, igual que se hiciera al reivindicar la postura de la Iglesia sobre el modelo de la familia, el aborto y tantos otros temas”.
Leamos pues la epístola...

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