Soy muy revolucionaria, estoy cansada de todo y de todos. Además, soy feminista e intento cambiar la situación en la que estamos las mujeres hoy en día para intentar estar lo más a gusto posible dentro de la sociedad”, son las palabras que Claudia eligió para presentarse en el programa de First date que se emitió ayer martes.

Su pareja, Erik, explicó en su introducción que su madre “es mitad danesa y mitad vasca”, y, por otro lado, que su padre “es mitad alemán y mitad italiano”. “Yo nací en Bolivia y he estado viviendo allí, en Argentina, en el País Vasco, Barcelona, Canarias y ahora estoy en Madrid”, comentó.

Durante la cena, la estudiante de Bachillerato le hizo a su pareja una pregunta un tanto singular: “¿No odias a ninguna persona viva? No hay nadie que digas, joder no le soporto”. Aunque el joven afirmó que no odiaba a ninguna persona, Claudia afirmó que odiaba a Bertín Osborne. “Me suena, pero no sé quién es”, siguió Erik la conversación.

“Es ese que anuncia mejillones. Me cae fatal, no le soporto, y representa todas las cosas que odio: es medio calvo, taurino, va de señorito…”, le intentó explicar la adolescente, a lo que Erik respondió que le parecía “curiosa la forma que tiene de odiar determinadas cosas con mucho rigor”.

El resto de la cita fue bastante tensa para ambos, ya que sacaran el tema que sacaran, la conversación no fluía. Al final, ambos estuvieron de acuerdo en que ninguno quería volver a repetir una cena con el otro. Por su parte, Claudia explicó que “no encajamos en nada porque le gustan las lentejas, fue calvo, no tiene tatuajes y le falta un empujón en su forma de ser”.