La revista Lecturas ha entrevistado a Julián, concursante del programa de Telecinco La isla de las tentaciones. A lo largo de la conversación, el participante del reality show de moda narra cómo fue su trágica infancia, cuando, con 13 meses, su madre lo tiró por el balcón de un sexto piso.

“Lo he pasado muy mal. Con seis años tuve que soportar que las madres me señalaran porque mi madre me tiró. Yo lloraba, no lo sabía. Los niños son crueles y se reían de mí”, explica Julián Requena, que explica que cuando su madre lo intentó asesinar cayó en una furgoneta y un hombre le salvo la vida cogiéndolo al vuelo: “Durante cuatro días, pensaron que no viviría. Estuve más de dos meses en un hospital. Caí encima de una furgoneta blanca que destrocé, reboté y un hombre me cogió al vuelo y me salvó la vida”.

Pese a no tener superado el trauma infantil, y declarar abiertamente que no se ha cerrado la herida y prefiere no hablar de ellos con su familia, Julián sí que solicitó explicaciones a su madre cuando tenía 14 años: “Dice que fue mi hermano, que jugaba conmigo y me subió a una silla. Pero una llamada anónima describió a mi madre arrojando a un niño. ¡Si confesó ante la policía! Dijo que había tenido un ataque de histeria”, narra Requena, que pone en duda el estado de salud de su madre (“no tiene que estar en su sano juicio”), aunque no le guarda rencor: “La condenaron por parricidio frustrado y la condenaron a 15 años. Hasta que tuve 9 años, me decían que estaba en el hospital (…) Con el tiempo, le dije: ¡Yo no tengo que perdonarte, te tienes que perdonar tú! Creía que volvería. Se fue. No me quiere. Me hubiera gustado seguir diciéndole ‘mamá’, yo quería decir esa palabra”.

Aquella experiencia no traumó únicamente a Julián, tal y como él expone, causándole una profunda depresión a su padre que le llevó a la drogadicción: “Se fue a pique, estaba enamoradísimo, perdió la cabeza. Está muy mal, tiene una adicción muy grande a la cocaína, se la fuma. Ha perdido 25 kilos en diez años. Ver cómo tu madre se está matando y no poder ayudarlo es muy doloroso”.

Julián hace balance de su paso por La isla de las tentaciones, argumentando que el programa le sirvió para conocerse a sí mismo y valorar más a su padre, al que echó de menos. Además, narra que le reconfortaron mucho los abrazos que recibió del resto de sus compañeros, aunque explica que le dolió mucho que saliese su historia infantil: “Si lo hubiese sabido, no hubiera ido”.

Ahora ha querido abrirse en Lecturas, explicando que todavía tiene secuelas: “Creía que no tenía traumas, pero necesito ayuda, voy a una psicóloga. No sé lo que es que mi madre me diga ‘te quiero’ ni me dé un beso”.